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El bienestar dejó de ser una categoría difusa para convertirse en un territorio de decisión diaria. Desde el cuidado de la piel hasta la calidad del sueño y la forma de acceder a un médico, las empresas ajustan productos, servicios y estrategias para un consumidor más informado, más exigente y menos paciente frente a experiencias complejas. En ese cruce entre demanda, innovación y costo, Lidherma, Arredo y doc24 participaron del Encuentro de Líderes organizado por El Cronista y la revista Apertura donde describieron cómo se reconfiguran sus industrias.
La transformación del sector de la belleza avanza con velocidad. “El consumidor está pidiendo entender cómo cuidarse la piel y la salud”, afirmó Denise Neuberger, directora corporativa de Lidherma, quien marcó que el vínculo con profesionales de la salud se volvió central. También destacó que no alcanza con innovar en laboratorios: “Decidimos cambiar la conversación y la comunicación para acercar rutinas prácticas y fáciles”.
Ese espíritu, agregó, nació del ADN familiar. “El espíritu emprendedor que trasciende generaciones nos permitió achicar los tiempos de los lanzamientos”, señaló. En un mercado hipercompetitivo, donde marcas globales presionan márgenes, Lidherma apuesta a una agenda de innovación permanente, desde nuevas tecnologías hasta diagnósticos asistidos por IA. “La rutina tiene que ser placentera y simple”, remarcó. La clave es información: “No se pueden tomar decisiones por intuición; usamos analítica para entender quién es el consumidor y qué demanda”.
El hogar como refugio
La búsqueda de bienestar también redefinió el hogar. “Es el espacio donde vivimos y creamos recuerdos; elegimos lo que nos representa y nos hace sentir bien”, dijo Silvana Bergonzi, CEO de Arredo. Pero en productos funcionales —como los que van sobre la cama— manda la fisiología. “Cuando pasamos a ese territorio importan cosas como si duermo boca arriba, si tengo calor”, explicó. La sensibilidad del mercado es clara: seis de cada diez argentinos recurren a algún tipo de ayuda para dormir mejor.
Arredo acaba de lanzar un cubrecama con efecto frío, pensado para noches de verano y para mujeres que atraviesan etapas donde los calores se intensifican. “La hiperconectividad y el ritmo del día a día hacen que descuidemos cómo comemos y dormimos”, señaló. La tendencia, aun con bolsillos ajustados, es intentar equilibrar. “Hicimos esfuerzos para acompañar con precios”, indicó, y recordó una recomendación básica: “La almohada debería cambiarse una vez por año”.
En el modelo de Arredo, el diferencial está en la experiencia del local. Bergonzi destacó “la capacidad de los anfitriones para asesorar y entender necesidades” y la innovación permanente en diseño. Los textiles se siguen fabricando en la Argentina, mientras que en decoración la importación ofrece mayor variedad. Mantener la matriz productiva local, agregó, les permite crear y testear productos con rapidez.
Salud conectada y prevención
La salud tampoco queda afuera del rediseño de hábitos. “La teleconsulta cambió la manera de acceder a un médico”, sostuvo Pablo Utrera, cofundador y CEO de doc24. La compañía nació con una premisa: ayudar a empresas y sistemas tradicionales a cocrear estrategias de telemedicina. “Los sistemas están pensados para atender al paciente cuando ya está enfermo; tenemos que trascender ese modelo reactivo”, dijo. La oportunidad es preventiva: promover hábitos saludables y construir perfiles antes de que aparezca la enfermedad.
Tras la pandemia —que aceleró la adopción—, Utrera planteó un cambio de escala. “Hay que hablar de salud conectada, no solo de teleconsulta aislada”, afirmó. Esa transición se apoya en tecnología propia y en talento médico: el recurso humano especializado es uno de los mayores costos del negocio. La IA, señaló, no reemplaza al profesional: “Será un copiloto; en el corto plazo no habrá forma de que un médico que no use IA performe igual que uno que sí”.
En doc24, el negocio combina software y servicio médico. En la Argentina, el 60% del negocio es integral, mientras que en Brasil el peso del servicio es mayor. La estructura tecnológica permite escalar nuevos modelos de atención y avanzar en proyectos preventivos con empresas.
Competitividad y decisiones basadas en datos
Detrás de cada producto y servicio, los tres ejecutivos coincidieron en algo: competitividad y costos definen la agenda. En Lidherma, la cadena de valor es extensa y volátil. “Hay mucha variación de precios y es un driver que hay que tener en cuenta; hay que trabajar en rentabilidad y costos”, remarcó Neuberger. Su objetivo es claro: integrar consumidores de todas las edades y fidelizarlos con innovación y diagnóstico.
En Arredo, la prioridad es ayudar a los clientes a mejorar su descanso sin perder de vista el presupuesto. Y en doc24, combinar tecnología con recurso humano especializado para que la prevención deje de ser un concepto aspiracional.
Pero el hilo común es más profundo: un consumidor que pide bienestar real, no promesas. Y empresas que asumen que innovar ya no es una opción, sino el piso mínimo para seguir en carrera.










