Vicuña Argentina, la sociedad entre los gigantes mineros globales Lundin y BHP, presentó su solicitud para adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), la incorporación conjunta de los yacimientos Josemaría y Filo del Sol, a los que, unidos, denominará “Proyecto Vicuña”.
La presentación se hizo bajo bajo la categoría PEELP (Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo), que implica un compromiso de invertir un mínimo de u$s 2000 millones en los primeros dos años después de aprobarse. Pero la cifra total de inversión se conocerá en detalle cuando esté esté presentado el informe técnico integrado en el primer trimestre de 2026.
En agosto, El Cronista anticipó la presentación de la iniciativa al régimen con el que el gobierno de Javier Milei brinda beneficios fiscales, cambiarios e impositivos a desembolsos superiores a los u$s 200 millones en sectores estratégicos para la economía argentina. La iniciativa, combinada, supondría una inversión de más de u$s 15.000 millones, sugirió en aquel momento el director de Vicuña para la Argentina y Chile, José Luis Morea.
Por monto, sería la inversión extranjera directa más alta en el país desde los u$s 13.000 millones que Repsol pagó por el control de YPF en 1999.
De hecho, el monto de inversión incluido en la aplicación refleja un gasto de capital estimado únicamente para efectos de la solicitud al RIGI, correspondiente a ciertos componentes de Josemaría y Filo del Sol que se encuentran dentro del período de inversión de entre siete y ocho años.
Fuentes de la compañía aclararon que no debe interpretarse la inversión total para el depósito Josemaría ni para el proyecto Vicuña en su conjunto. Habrá una visión más precisa de los rangos de capex una vez que se completen los estudios integrados, lo que se espera justamente para el primer trimestre de 2026.
Con el pedido del RIGI PELP. Con ese pedido, explicó la empresa, busca respaldar una inversión por etapas y de múltiples décadas en la Argentina, “con capacidad para contribuir al desarrollo económico, el empleo y el fortalecimiento de la cadena de valor minera del país y, particularmente, de la provincia de San Juan, en los próximos años”.
“Nuestra solicitud al RIGI refleja tanto la magnitud de la inversión requerida para el Proyecto Vicuña como nuestra confianza en la Argentina como socio de largo plazo. Valoramos la colaboración permanente con nuestros grupos de interés y con los gobiernos federal y provincial; creemos que el RIGI ofrece un marco estable que acompaña un desarrollo responsable y beneficios económicos compartidos”, afirmó Ron Hochstein, CEO de Vicuña.
Según Vicuña, el RIGI brinda incentivos para atraer y acelerar inversiones de gran escala “a través de estabilidad fiscal de largo plazo y condiciones regulatorias transparentes”.
“Ofrece un marco competitivo que incluye reducción de las tasas del impuesto a las ganancias y de retenciones, exención de derechos de importación, un régimen mejorado de IVA, estabilidad por 40 años desde el inicio de operaciones y acceso a arbitraje internacional en caso de disputas”, ponderó.
El Proyecto Vicuña es un activo de desarrollo de cobre, oro y plata que integra los yacimientos Josemaría y Filo del Sol en la cordillera de los Andes, en la provincia de San Juan, en el límite con Chile. Si bien Vicuña es un proyecto binacional, todas las inversiones bajo el RIGI se realizan dentro de la Argentina.
Vicuña continúa avanzando en los estudios de ingeniería y técnicos, con el objetivo de publicar un informe técnico integrado durante el primer trimestre de 2026.















