

Una mansión de principios de siglo, hasta ahora oculta a pocos pasos de la Plaza San Martín, será este año la sede de la edición 30 aniversario de Casa FOA. Desde mediados de mayo, comenzaron las obras para devolver todo su brillo a esta casa de 2200 metros cuadrados y dos plantas con reminiscencias francesas. "Teníamos siete alternativas y esta fue la última que apareció. No dudamos de que es ideal para volver a los orígenes de Casa FOA", cuenta Alberto Robredo, gerente General de la exposición de arquitectura, industria, diseño interior y paisajismo, creada en 1985 para recaudar fondos para la Fundación Oftalmológica Argentina Jorge Malbran.
¿Cómo eligen cada año el lugar?
El proceso comienza un año antes. Hay desarrolladores inmobiliarios, dueños de propiedades y también casas del Gobierno de la Ciudad o Nacional que nos ofrecen un lugar. En 30 años, Casa FOA se caracterizó por devolverle a la sociedad esos lugares históricos abandonados y fuimos precursores demográficamente en barrios como Puerto Madero, donde no había nada. Lo digo con humildad.
¿Qué pasa con los espacios una vez que termina la muestra?
Le dejamos un valor agregado enorme. Este año, la decisión de los dueños del lugar es venderlo. Desde que anunciamos que se hacía Casa FOA, ya se valorizó un 30% más. El valor estimado es de unos u$s 11 millones.
¿Qué balance hace de los 30 años de Casa FOA?
Después del Abierto de Polo es el evento mas importante de Argentina, el más largo. En cantidad de inversión de las empresas y en cantidad de público. Las empresas encontraron un lugar para mostrar la aplicación real de sus productos y servicios. Las realidades económicas del país van para un lado y las de Casa FOA para el otro. Las empresas recortaron su presupuesto en publicidad, pero siguen invirtiendo en Casa FOA.
¿Siempre mantuvieron el nivel a pesar de las crisis?
Hubo años de crisis, pero la realidad es que vamos creciendo. Hace seis años hicimos una reingeniería interna analizando a dónde teníamos que ir y empezamos a intercambiar empresas multinacionales por empresas nacionales o extranjeras con estructura industrial en la Argentina.
¿Cuál es la inversión para esta edición?
Está por un lado lo que invierte Casa FOA y lo que invierten las empresas que participan. Poner en valor el edificio está por arriba de los $ 15 millones. Un sponsor oficial invierte entre $ 600.000 y $ 1 millón en donación como en productos. Hubo un crecimiento de sponsors del año pasado a este, hoy tenemos 22 empresas.
¿El dueño de la propiedad participa o sólo cede el lugar?
Hoy por hoy lo que hace es dar el lugar. Nosotros se lo ponemos en valor y le damos difusión.
¿Qué ediciones de Casa FOA tuvieron más impacto?
Hay tres hitos y uno que va a ser. Puerto Madero, Silos de Dorrego y Estancias Abril. Y el cuarto que va a ser es la zona Sur, donde estuvimos en los edificios de Alpargatas, Canale, el CMD y la calle Lanín. En cinco o seis años más, esa zona va a estallar. Está muy bien conectada con el centro de la ciudad y los desarrolladores inmobiliarios lo están viendo con otros ojos. La zona Norte está saturada y hay que empezar a mirar hacia el sur. Cuando cambie culturalmente el chip de la sociedad, y se vea que es mucho más cerca venir del Sur que del Norte, la zona va a dar un vuelco importante.
¿Cómo ve al consumidor argentino a la hora de invertir en su casa?
Hubo un estallido cultural muy fuerte en los últimos 10 años, tanto de la gente joven como de la gente más grande. Si bien el objeto antiguo es buenísimo se le da también valor agregado a lo nuevo y empieza a mechar con otras tendencias. Hoy se renueva mucho más que antes.
¿Aunque quizás haya menos presupuesto para esos cambios?
Mucha gente se pregunta ¿guardo la plata en el banco o la invierto en mi casa? Y decide poner valor agregado a su casa.
¿Cómo imagina las ediciones futuras de Casa FOA?
Ya tenemos alternativas para el año que viene. Me imagino, a nivel empresas, un movimiento más fuerte del mercado, gane quien gane las elecciones.
¿Hoy ve al mercado muy parado?
Lo veo muy estanco en algunas cosas, si se analiza la oferta y demanda. En obra está repercutiendo lo que fue el año pasado, porque se tienen que terminar. Vamos a ver el primer semestre del año que viene. Las empresas están muy a la expectativa de qué va a pasar.













