

Gran Bretaña se consolidó como el segundo mercado de arte del mundo en los últimos años. Las principales galerías y casas de remate están muy activas allí y han superado al mercado chino.
Aunque el 44% del mercado se encuentra en Estados Unidos, siempre Londres tiene el atractivo de los mejores anticuarios y un renacer de galerías de arte contemporáneo. Como es costumbre a fines de febrero, Londres es la capital del mercado y sus subastas y exposiciones son las más importantes del mundo.
En cuatro ventas de arte moderno e impresionista, Sotheby's vendió u$s 130 millones. Con una pintura de Claude Monet que se vendió en u$s 36,5 millones, siendo el mayor valor para una pintura suya realizada en Venecia. Hay otras 4 vendidas en valores similares y no fue un precio muy alto, pero otras dos obras con temas de nenúfares no encontraron comprador debido a sus altas bases.

Muy bueno fue el precio de un atípico Egon Schiele de unas barcas que se vendió en u$s 14 millones, y era lo esperado la venta en u$s 8 millones de un típico Kandinsky. Muy buena fue la venta de un caballo de bronce de Edgar Degas que se había vendido en u$s 1,8 millones hace 4 años, ahora alcanzó los u$s 4 millones.
Sotheby's no presentó ni cantidad ni gran calidad de lotes, esperando hacer una subasta más importante en el mes de mayo en Manhattan, y cuando presentó sus números de fin de año se notó un incremento en sus utilidades y eso llevó a una valorización del 10% de su acción en el mercado que le da a la empresa un valor de u$s 2000 millones y unos ingresos brutos que superan los u$s 900 millones con ventas estimadas en u$s 5000 millones y una fuerte suba en las ventas privadas que restan volumen a las ventas de las galerías de arte.
Christie's quiere aprovechar las ventajas impositivas que aún tiene Londres por su permanencia en la Unión Europea y llevó una venta extraordinaria con seis ventas inolvidables que recaudaron u$s 260 millones. La obra más cotizada fue una pequeña naturaleza muerta de Paul Cézanne de 38x46 cm que llegó a u$s 28 millones de venta. Hacía 40 años que no aparecía en el mercado.
El estupendo puerto puntillista de Paul Signac superó todos los récords y se vendió en u$s 25,6 millones, es una obra extraordinaria del autor y será difícil superar dicho récord. Otro tanto podemos decir del bellísimo paisaje con personajes de Gustave Caillebotte, que alcanzó los u$s 22 millones, olvidado por mucho tiempo. Ahora todos quieren tener obras de este mecenas y pintor fabuloso.
El suizo Félix Vallotton también crece en demanda y precios, y una pequeña escena callejera alcanzó los u$s 3 millones. Buen valor para la elegante dama del inolvidable Giovanni Boldini que se vendió en u$s 1,45 millones. El pequeño Degas, de origen sudamericano, superó todas las expectativas y se vendió en u$s 5,5 millones, luego de estar en la misma calificada familia durante 80 años.
Los dos remates de pinturas surrealistas fueron un éxito y la estrella sigue siendo René Magritte. En dos semanas se acaban los plazos para una salida acordada de la Unión Europea por parte de Gran Bretaña, los laboralistas se oponen a lo acordado por la primer ministra May, y gruesos nubarrones anuncian una dolorosa y controvertida salida.
Todos se lamentan del referéndum que los ha llevado a esto. Muchos operadores dejarán Londres como lugar de sus negocios y recalarán seguramente en Estados Unidos. Francia, el segundo mercado europeo, sólo representa el 6% del mercado de arte y no creo que absorba muchas operaciones.













