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Hasta no hace mucho tiempo los ejecutivos argentinos veían como una posibilidad conseguir un trabajo en el exterior e irse a vivir a otro país. Las expectativas de dar un salto en su carrera, encontrar un mejor entorno laboral o hacer una diferencia económica eran grandes incentivos para muchos profesionales que, incluso, se encontraban en una búsqueda activa para comenzar una nueva vida lejos de la Argentina.
Sin embargo, en los últimos meses algo cambió y los pedidos que los headhunters recibían de candidatos que querían una relocación tuvieron una fuerte caída. Un estudio realizado por la consultora PageGroup a principios de años indicaba que un 67% de los líderes senior están dispuestos a trasladarse por una oportunidad adecuada. Sin embargo, hoy la sensación que hay en el mercado es completamente diferente.
"Hubo un interés de éxodo muy grande entre 2021 y hasta la mitad del año pasado. Muchos ejecutivos que buscaban activamente oportunidades en el exterior. Por mencionar un ejemplo, el año pasado colocamos más de 20 profesionales solo en Paraguay", dice Martín Gerding, director de Page Executive.
El especialista señala que desde hace unos meses se vio un fuerte cambio de tendencia. En parte lo atribuye a variables como el leve incremento del salario en dólares en el país y un cambio en las expectativas.
Cambio de percepción
En ese sentido, destaca que hubo un cambio positivo en la percepción de valor del mercado laboral local. Es que creen que si la macroeconomía se acomoda y se genera un ambiente más favorable para el capital privado, el entorno laboral va a ser más interesante, a la vez que presentará nuevos desafíos.
Federico Carrera, COO & Co-Founder de High Flow, explica que cuando las expectativas de mediano y largo plazo son negativas, se incrementan los pedidos de profesionales que buscan encontrar oportunidades en el exterior. Hasta no hace mucho la consultora recibía pedidos constantes para participar de programas de outplacement con los equipos que de México y Chile, con la intención de instalarse en esos países.

"Era una situación de todos los días en 2022 y 2023, pero hoy ya no pasa. Los que nos contactan proactivamente piden trabajos en la Argentina. Y aunque la situación todavía está dura en el país, hay muchas expectativas con lo que pueda pasar en el futuro", aporta.
Conseguir una relocación un trabajo en sí mismo y para los que tienen familia implica que los hijos se adapten al nuevo país y, en ocasiones, que la pareja deba renunciar a su empleo. Y si bien es cierto que se puede acceder a un mejor salario en dólares, también lo es que el costo de vida en casi todos los países de la región es más alto.
"Los que se van hoy son pocos y en su mayoría lo hacen porque apuestan a un proyecto de la compañía, no por una cuestión económica", detalla Carrera.
Tendencia global
Desde la pandemia hubo una tendencia global a una menor cantidad de relocaciones. Con el auge del trabajo remoto quedó demostrado que se puede vivir en un país y prestar servicios para otro.
"Las relocaciones significan un costo alto para las empresas y lo que vemos hoy es que cuando se dan movimientos internacionales, ya no se hacen con paquetes de expatriación, sino que el colaborador pasa directamente a ser empleado de otra filial", dice Ezequiel Palacios, director asociado de Glue Executive Search.
Sin este tipo de programas, los empleados empiezan a analizar con más detenimiento la conveniencia económica de un traslado. En definitiva, lo que quieren es mantener el nivel de vida al que acceden en el país y ven que en mercados como el chileno, el uruguayo o el mexicano es mucho más difícil.
"Durante un tiempo largo pesaban otros factores en la decisión. En algún punto el país había empezado a perder peso y la mudanza era, además, un desafío profesional. Hoy es posible que haya apuesta a que la Argentina se recupere y vuelva a ser elegida por multinacionales para establecer su sede regional", cierra Palacios.














