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El turismo global y los hábitos de los pasajeros cambiaron de forma radical después de la pandemia. Ya no alcanza con ofrecer un asiento de avión y un destino; los viajeros buscan experiencias completas que incluyan opciones, información constante y la posibilidad de vivir momentos únicos durante su viaje. Las aerolíneas, en este contexto intentan responder a esta transformación con estrategias centradas en el pasajero, desde la elección de rutas hasta la personalización de servicios.

Según comentó Gonzalo Romero, Country Manager para Brasil y Argentina de Air Europa, “a partir de la pandemia notamos un cambio en los hábitos de consumo de los pasajeros. Hoy buscan experiencias, y eso define sus decisiones de viaje”. Por experiencias, aclaró, no solo se refiere a nuevas vivencias, sino también a conocer destinos más allá de los tradicionales.

Es por esta razón que la compañía decidió la apertura en mayo de una nueva ruta entre Madrid y Estambul, diseñada para ofrecer conexiones rápidas incluso a viajeros que partan desde Buenos Aires o Córdoba. Además, el año que viene la compañía sumará una conexión a Ginebra que se suma a las más de 40 rutas dentro de Europa disponibles para los pasajeros argentinos.

Romero destacó que el viajero actual planifica con mayor anticipación: “Ya estamos viendo pasajeros que buscan vuelos para abril y mayo del año que viene. No solo buscan nuevos destinos, sino también tarifas atractivas”. Este comportamiento reflejó una demanda creciente de planificación y organización de viajes, que se tradujo en la búsqueda de opciones más variadas y personalizadas.

Motivos de viaje

Otro cambio evidente fue la diversidad de motivaciones de viaje. “Hoy tenemos viajeros que van a Europa para eventos deportivos, conciertos o reuniones sociales, como despedidas de soltero o cumpleaños. Antes, estas motivaciones existían, pero no eran tan explícitas”, explicó el ejecutivo. Este fenómeno, sumado al auge de los nómadas digitales, generó un incremento en la demanda que superó los niveles prepandemia y obligó a las aerolíneas a repensar sus servicios para acompañar estas experiencias.

Es por eso que la transformación no afectó solo al pasajero, sino también a cómo las aerolíneas diseñaban sus productos. Romero aseguró que Air Europa busca que la experiencia sea completa “desde el momento que sale de su casa, durante el check-in y hasta la llegada a destino, el pasajero tiene que sentir que está viviendo algo nuevo”. Para eso, la comunicación constante con el viajero resultó clave; hoy los viajeros reciben mensajes en sus celulares sobre puertas de embarque, cintas de equipaje e información importante sobre su vuelo.

En términos de servicios, Air Europa empezó también a ofrecer flexibilidad para que cada pasajero eligiera cómo quería viajar. “Diseñamos un abanico de soluciones para que decidan qué quieren pagar: tarifas con o sin equipaje, asientos con mayor disponibilidad, y no solo la elección clásica entre business o economy”, detalló Romero. Esta estrategia reflejó un cambio profundo en la industria ya que los vuelos dejaron de ser un simple traslado y se convirtieron en experiencias personalizadas, adaptadas a los gustos y necesidades del pasajero moderno.