

El laboratorio Savant, de capitales nacionales, lleva más de 20 años de operaciones en el país. Su presidente y fundador, Mauro Bono, pasa sus días de trabajo entre el complejo industrial de El Tío, Córdoba, donde la compañía tiene tres plantas, y la sede corporativa de la empresa en Buenos Aires. El laboratorio produce especialidades medicinales en distintas formas farmacéuticas: sólidos (comprimidos, comprimidos recubiertos y cápsulas); semi-sólidos (cápsulas blandas y granulados) y líquidos (jarabes y suspensiones). Su planta de cápsulas blandas produce más de 150.000 unidades por hora. En este marco, Bono recibió a El Cronista en la sede corporativa.
¿Cómo está el mercado de medicamentos?
Está en una situación compleja. En los últimos años, los precios aumentaron mucho menos que los costos, esto es, los salarios y las materias primas. El 80% de los insumos son importados y están atados al dólar y al ir aumentando el dólar oficial, aumentan. Esto nos obligó a ser más eficientes en los procesos, para no perder rentabilidad.
¿Lograron sostener los números del negocio?
En costos acumulados el año pasado, sin contar los movimientos del dólar, el aumento fue más de 25% y este año estamos en casi 10%. Y los medicamentos aumentaron 10% acumulado. La rentabilidad final bajó porque la relación no es proporcional, con precios controlados.
Y las paritarias aún no están cerradas...
Se está por cerrar un acuerdo de 30%.
¿Les da un alivio el mercado exportador?
Exportamos y eso compensa porque es moneda dura. El 10% es comercio exterior, pero no es suficiente. Estamos trabajando fuertemente para ampliar el mercado externo, pero los resultados son a mediano y largo plazo. Siempre es un proceso lento y en la industria farmacéutica es más lento por los registros y regulaciones.
¿Cómo está el consumo local?
Hubo una disminución de ventas muy pequeña, del orden del 1% ó 2% en cantidades en el último año móvil. Pero seguimos creciendo en facturación. En 2015 planeamos facturar entre 15% y 17% más en dólares y alcanzar los u$s 57 millones.
¿Es un año para invertir o prefieren esperar a ver qué pasa?
Invertimos recientemente en una planta de cápsulas blandas y somos la primera empresa de Argentina que tiene integrado ese proceso. Eso nos permitió sustituir importaciones desde que empezó a funcionar, en abril de 2014. Para nosotros este no es un año para esperar. Seguimos en movimiento.
¿Les preocupa lo que pueda pasar con el dólar?
Nosotros creemos que el dólar se va a seguir fortaleciendo en forma gradual, más allá de quién gobierne.
Muchas de sus inversiones provienen de conseguir financiamiento en el mercado. ¿Cree que sus opciones pueden mejorar?
Este año vamos a emitir otra serie de ON. La última fue en diciembre. Estamos permanentemente buscando la forma de financiar las obras de largo plazo y creo que hay una enorme voluntad de prestarle a la Argentina porque hay expectativa de un cambio y los organismos internacionales nos miran con nuevos ojos.
¿Han podido mantener el personal en estos años?
Sí. Hemos tenido algunos movimientos con la apertura de la sede corporativa pero no tuvimos problemas con eso.













