

La gestión de talento vuelve a ubicarse en el centro de la agenda corporativa. Es que, entre una coyuntura desafiante y la presión por sumar competitividad ante un país económicamente más abierto al mundo, las empresas encaran un cambio profundo en la forma de liderar y atraer perfiles. Esta fue una de las ideas que se reflejó en el Encuentro de Líderes, un evento que organizaron El Cronista y revista Apertura este miércoles en La Rural.
Allí, Leandro Cazorla, CEO de Adecco para la Argentina y Uruguay, planteó que los líderes locales conviven con “dos niveles de desafíos”. Por un lado, los propios de cada industria y, por el otro, los que atraviesan a todos los sectores. “La tecnología, la productividad y la necesidad de operar con competitividad en un país más abierto están entre las exigencias comunes más fuertes”, señaló.
El ejecutivo sostuvo que la clave está en sostener “un único discurso con transparencia y sinceridad” frente a los equipos. Sin embargo, se refirió al fin del concepto clásico de retención. “Ya no se habla tanto de retener, porque la palabra empieza a tener una connotación negativa. Las nuevas generaciones no ven la rotación como una mancha en el currículum, sino como un signo de desarrollo", afirmó.
En paralelo, la disparidad sectorial obliga a estrategias distintas. Cazorla destacó que “energía y minería tienen una proyección de largo plazo muy marcada”, mientras que consumo masivo o productos durables están mucho más expuestos a los vaivenes coyunturales. Por eso, insistió en que los colaboradores “tienen que sentir los objetivos como propios y entender que hacen a la supervivencia de las empresas”.
El sector energético es, en tanto, uno de los motores que ya marca la diferencia en las cuentas de la Argentina. En el futuro cercano, este crecimiento se traducirá en una fuerte demanda de talento generada principalmente por la actividad en Vaca Muerta.
Gabriela Aguilar, directora general para la Argentina y Brasil y VP para Latam de Excelerate Energy, advirtió que el sector necesitará entre 30.000 y 40.000 empleos directos en los próximos cinco años. “Y eso hay que multiplicarlo por seis si contamos los indirectos”, indicó.
“La industria se está preparando para el verdadero boom”, sostuvo Aguilar. Y agregó que la incertidumbre ya no pasa por la macro local, sino por la disputa global por competitividad. “Tenemos que definir cómo nos vamos a posicionar para competir con Australia, Qatar o Estados Unidos en exportación de petróleo crudo o GNL”, dijo.
Por su parte, Magdalena Ferreira Lamas, gerente general de Mars South Latam, describió su modelo de gestión que se apoya sobre la velocidad y la adaptabilidad. "Afrontamos los desafíos de manera muy ágil. Generamos foros para revisar lo que vive cada mercado y cada negocio. La resiliencia, la adaptabilidad y la agilidad son skills que todos deberíamos desarrollar", afirmó.
La volatilidad argentina, no obstante, también condiciona la toma de decisiones. "Las variaciones del tipo de cambio ponen presión en los costos. La única moneda es buscar competitividad y eficiencia, con una buena propuesta de valor para nuestros clientes", planteó.
En el mundo emprendedor, la incertidumbre es parte estructural del negocio. Así lo definió Damasia Jurado, CEO de ¡appa!. “Para nosotros la incertidumbre es moneda corriente. La compañía nació en 2017 y nuestra diaria es pivotear y cambiar la estrategia constantemente", contó.
Ese entorno, aclaró, obliga a diseñar equipos específicos. “Hay gente que se frustra cuando se trabaja seis meses para lograr un objetivo y de pronto hay que cambiarlo. Necesitamos talento abierto a eso, que lo viva como un desafío y una oportunidad de crecimiento personal", afirmó Jurado.














