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"Si querés ser del 5% de las personas, líderes o empresas que hacen cosas extraordinarias, tenés que estar dispuesto a hacer lo que el otro 95% no está dispuesto a hacer".
Esta frase la he repetido cientos de veces en mis conferencias frente a más de 1000 empresas en 20 países, y siempre genera lo mismo: un silencio incómodo seguido de una reflexión profunda. Porque es tan simple como poderosa. La diferencia no está en lo que decimos, sino en lo que hacemos.
Y esa es la base del concepto que vengo desarrollando desde hace varios años: El Camino del 5%.
¿Qué es el 5%?
El 5% representa a ese grupo de personas, líderes y empresas que logran destacarse, crecer y sostenerse en el tiempo. No porque tengan más recursos, sino porque toman decisiones distintas. Mientras la mayoría sigue atrapada en la urgencia, en la rutina, en la pelea por precio, ellos piensan en visión, en estrategia y en impacto.
El 5% piensa distinto, actúa distinto y por eso logra resultados diferentes.
El problema del 95%
Del otro lado está el 95%:
- Empresas que hacen más esfuerzo para ganar menos
- Equipos desgastados por la falta de claridad
- Negocios que viven apagando incendios
- Emprendedores que ofrecen más por menos, sin una estrategia clara
- Líderes que gestionan como hace 20 años en un mundo que cambió hace cinco minutos
Y ahí está el punto: el mundo cambió, y va a seguir cambiando a una velocidad nunca vista. Un ingeniero de OpenAI dijo hace poco: "En los próximos cinco años la humanidad va a avanzar más que en todo lo acumulado desde que caminamos en dos patas."
La diferencia no es el tamaño, ni el rubro, ni el contexto. La diferencia está en la forma de pensar y de actuar. Es un tema de decisiones, no de condiciones.
¿Estás preparado para eso?
Lo que hoy deben priorizar las empresas del 5%
En este nuevo escenario las empresas que quieren ser parte del 5% deben empezar a priorizar:
- La capacidad de cambio constante
- La diferenciación real
- Una propuesta de valor poderosa
- Equipos con cultura de aprendizaje y resiliencia
- Métricas que permitan gestionar en tiempo real
- Una experiencia de cliente memorable
- Tecnología al servicio del propósito, no del ego
Las 10 habilidades de los líderes del 5%
- Decisión en entornos inciertos
Actúan con información incompleta, pero con convicción. - Mentalidad de aprendizaje continuo
Saben que no saben. Y por eso crecen. - Construcción de equipos con propósito
El talento sin propósito se fuga. El propósito sin equipo no existe. - Comunicación clara y empática
Explican, escuchan y alinean. - Gestión emocional en momentos de presión
Liderar no es mandar: es contener y guiar. - Orientación a la ejecución
Estrategia sin acción es solo poesía. - Foco en la experiencia de cliente y colaborador
Saben que la experiencia lo es todo. - Flexibilidad sin perder el rumbo
Cambian el cómo, pero nunca el para qué. - Capacidad de anticipación
Ven el problema antes de que estalle. - Humildad para revisar y volver a empezar
El ego es el peor enemigo del liderazgo efectivo.
El 5% no se hereda, se construye
Mientras muchos todavía se preguntan "¿cómo vendo más?", el 5% se pregunta:
- ¿Cómo me diferencio de forma contundente?
- ¿Cómo mejoro la experiencia de mi cliente y colaborador?
- ¿Cómo mido mi negocio en tiempo real para tomar decisiones más rápidas?
- ¿Qué cultura quiero dejar como legado?
No es magia. Es decisión. Y como siempre digo: no hay plan perfecto, pero sí hay caminos inteligentes. El 5% encontró el suyo. Y lo mejor es que está disponible para quien esté dispuesto a recorrerlo.
El Camino del 5% no es un club exclusivo, es una elección. No se trata de tener una fórmula mágica, sino de animarse a hacer preguntas incómodas, a revisar modelos mentales, a desafiarse, a liderar sin recetas.
En mis libros, como Crisis + Cambio = Decisión, publicado en 2020, hablo de cómo muchas veces el gran error de las empresas es poner foco solo en lo técnico: el producto, el número, el Excel. Pero lo que define el rumbo son las personas: sus decisiones, su flexibilidad, su capacidad de reinventarse.
No te preguntes si tu empresa es parte del 5% o del 95%. Preguntate qué estás haciendo hoy para acercarte al 5%. Porque ser parte de ese grupo no tiene que ver con la suerte, tiene que ver con lo que estás dispuesto a hacer. Y como decía mi abuelo:
"En cada mano hay una pizca de suerte... pero el resultado depende de cómo la jugás."













