El grupo empresario conformado por Daniel Vila y José Luis Manzano negocia con la Secretaría de Comunicaciones una extensión en los tiempos para no perder las frecuencias de telefonía celular que obtuvo como parte de la licitación de 4G que había encarado el Gobierno.

Tanto Movistar como Telecom Personal y Claro las otras compañías que habían participado del proceso licitatorio sí cumplieron con el esquema de pagos que se había impuesto, y que venció hace dos semanas, pero Airlink, la empresa de Vila y Manzano, no siguió el mismo camino.

"Todavía no lo hicimos pero bajo ningún punto de vista nuestra intención es bajarnos de la licitación ya que se trata de un negocio que nos interesa", sostuvo Daniel Vila en diálogo con El Cronista. Airlink se había comprometido a abonar u$s 506 millones para quedarse con licencias 3G y 4G.

Según explicó el empresario, la intención del grupo es ahora "conversar con la Secretaría de Comunicaciones", para intentar que se estiren los tiempos estipulados.

Si bien no lo dice abiertamente, el punto sobre el que Vila pone el foco es el poco tiempo con el que Airlink tuvo entre que el Gobierno se la adjudicó y el plazo que había determinado para abonar el dinero ofrecido.
Es que el grupo Vila-Manzano ganó las frecuencias en la subasta que se llevó a cabo el 31 de octubre pasado, pero el Gobierno demoró su adjudicación y recién se las asignó el 12 de junio.

El plazo para concretar el pago vencía 10 días hábiles después de esa fecha, un tiempo considerado demasiado escaso por el grupo Vila-Manzano, por lo que ahora apuntan a obtener más tiempo para lograr los fondos que se habían comprometido a aportar.

Por lo que pudo determinar El Cronista, hasta el momento la Secretaría no cuenta con una postura respecto de esta negociación, por lo que no se esperan determinaciones para los próximos días.

En caso de que no se llegue a un acuerdo, el Gobierno tendrá entonces la potestad de definir si las frecuencias que se había quedado Airlink vuelven a ser licitadas o quedan desiertas.

Como parte del proceso de licitación de estas frecuencias, Movistar ya pagó u$s 218 millones, mientras que Personal abonó u$s 247 millones y Claro u$s 359 millones.

En total fueron 10 las frecuencias que se otorgaron.

De los cuatro grupos empresarios interesados en participar de esta licitación, Airlink fue el único que en caso de que finalmente llegue a un acuerdo con el Gobierno debutará en el negocio de la telefonía celular.

Airlink es hoy el proveedor de acceso a Internet de Supercanal, cableoperadora también del mismo grupo, y en caso de que prospera este negocio deberá desarrollar su red 4G.

Tiene hasta 24 meses para cubrir las capitales provinciales, el área metropolitana de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario y 13 corredores que suman 5343 kilómetros.

Al menos hasta que se realizó el proceso de licitación el conglomerado no había encarado ningún plan al respecto.

La sorpresa de aquella licitación fue que tanto Nextel como Cablevisión, empresas que habían comprado pliegos de licitación, finalmente desistieron de participar del proceso.