

Traje negro, camisa blanca y corbata celeste. Una vista privilegiada de la ciudad de Buenos Aires con el Obelisco de testigo. Detrás de esa escena, aparece Mariano Cuneo Libarona, primero hincha de Racing y después abogado penalista cuyo nombre cobró notoriedad en la década del 90 cuando se hizo cargo de casos mediáticos con protagonistas del poder. Carlos Menem, Amira Yoma y Guillermo Cóppola (en la causa del legendario jarrón con cocaína) fueron sólo algunos de los temas sensibles por los que transitó. Cursó el secundario en el colegio El Salvador, el mismo que Julio Grondona y el Papa Francisco, y terminó la carrera de abogacía a los 22 años. Hoy se mantiene al frente de su estudio jurídico, y aunque estaba más alejado de los medios, volverá inevitablemente al primer plano porque se presentará como candidato a presidente de Racing en las elecciones del 14 de diciembre por la lista Racing Unido.
¿Porqué quiere ser presidente de Racing?
En septiembre del año pasado, después del caos institucional que pasó la institución, mi amigo Nicolás Repetto me dijo que tenia que ser candidato. Fueron pasando los días y otras personas también me lo pedían. Un día llegue a casa, se lo propuse a mi familia y, desde el primer momento, sentí el apoyo absoluto. Tengo un gran amor por Racing. Recuerdo que a los 5 años mi tío me llevaba al estadio y, con los años, empecé a entender la pasión por los colores.
¿Cambió la exposición mediática de hace algunos años por Racing?
Soy un profesional apasionado de lo que hace, dedicado a su familia y ahora a Racing. Ayudé en los últimos años en algunos temas jurídicos y hoy trabajo nueve horas por día para el futuro del club. En octubre voy a sacar un libro Lo que Racing necesita para que la gente lea y entienda todo lo que haremos para levantar a esta institucion. Ser presidente de un club de fútbol no es fácil. Hay que viajar, informarse y gestionar. Yo estoy dispuesto a tomar ese compromiso. Mi profesión me enseñó a tratar con la prensa y con gente muy poderosa. Por eso no tengo miedo.
Racing es un equipo muy sufrido. ¿Lloró en alguna ocasión?
Muchas veces lloré, por derrotas, por victorias, vivo llorando por Racing. Cuando Claudio El Piojo López se fue a Europa, después de ganarle a Boca, se me caían las lagrimas. Recuerdo que estaba con mi hijo Mariano. Por supuesto que en el campeonato del 2001 también lloré y estaba en la cancha.
¿Como fue su relación con Julio Grondona?
Fue increíble. Se instaló en la prensa que nos llevábamos mal porque como abogado patrociné juicios contra la AFA. Lo cierto es que, si bien no éramos amigos, tuvimos mucho diálogo, sobre todo en estos últimos meses.
¿Y cómo es su relacion con el kirchnerismo?
No me interesa la política, no me gusta. Siempre pensé en gestionar y en construir. No estoy ni a favor ni en contra del actual gobierno. Con la presidente Cristina no tengo relación. Sí la tuve con Néstor Kirchner. Ibamos juntos a la cancha y cada tanto nos veíamos. Hoy tengo un buen diálogo con Sergio Massa y Daniel Scioli, pero son relaciones sin ninguna connotación política












