

Después del impuesto adicional del 30% con el que el Gobierno gravó las importaciones para intentar cerrar la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, las automotrices aseguran que siguen "monitoreando" el impacto, para evitar que esas medidas afecten sus actuales planes de producción y, en especial, su competitividad exportadora.
"Continuamos monitoreando el impacto de las últimas medidas y dialogando con las autoridades, con el objetivo de contar con procedimientos de implementación y potenciales modificaciones que eviten afectar la continuidad del proceso productivo y la competitividad exportadora del sector", declaró Martín Galdeano, presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), la cámara que nuclea a las terminales automotrices del país.
El ejecutivo, titular de Ford Argentina, emitió su comentario al informar los índices de desempeño de la industria automotriz en julio, mes en el que el sector fabricó 49.254 unidades, un crecimiento interanual del 11,9%, y exportó 28.663 vehículos, 25% más que en el mismo mes de 2022.
De esta forma, al cabo de siete meses, el sector acumuló un crecimiento del 19,9% en producción, a 345.031 vehículos de pasajeros y utilitarios, y del 10,09% en exportaciones, a 180.707 unidades. Este último indicador se vio alterado en junio por problemas logísticos y de fletes, que hicieron que, ese mes, los envíos al exterior cayeran un 27 por ciento.
De hecho, las exportaciones de julio fueron 23% superiores las de junio, pese a que la producción, por factores estacionales -la mayoría de las plantas hizo receso por vacaciones-, se retrajo 8% contra el mes anterior.

En tanto, las ventas mayoristas -es decir, de fábricas a concesionarios- sumaron 30.928 unidades. El volumen fue 5,1% superior al de un año antes. Pero, contra el de junio del corriente, representó una caída del 29,9 por ciento. Ese número refleja la combinación del receso invernal, para el abastecimiento de vehículos de producción nacional, y los efectos del endurecimiento del cepo, en el ingreso de modelos importados al mercado local (el año pasado, las automotrices sacrificaron dólares para importar vehículos a cambio de los que necesitan para insumos). Las ventas de autos fabricados en el país sumaron 21.548 unidades el mes pasado, un retroceso del 22,3% contra junio.
En consecuencia, entre enero y julio, las concesionarias recibieron un total de 237.789 unidades, un 12,9% más que los vehículos volcados en sus redes comerciales en el mismo período del año pasado. Los de producción nacional aceleraron 39,6%, a 155.917 entregas.
El sector proyecta cerrar el año con 600.000 unidades de producción y 370.000 exportaciones. En tanto, se esperaba un mercado interno de 430.000 patentamientos (ventas al público), al menos, hasta antes de las nuevas medidas cambiarias. Si bien el salto que el dólar informal dio a fines de julio no frenó el nivel de patentamientos -más restringidos por la oferta que por la demanda-, las marcas arrancaron agosto con ajustes de entre un 7% y un 15% las listas de precios de sus autos.













