En agosto, la producción de autos sumó 44.545 unidades, un 13,8% por debajo de un año antes, informó la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). En tanto, las exportaciones totalizaron 25.503 despachos, una baja interanual del 22,1%. Fue el segundo mes consecutivo en que la industria automotriz tuvo sus dos principales indicadores en baja.
Una combinación de factores lo explica. Desde julio, empezó a notarse la salida de producción de algunos modelos, como la pick-up Frontier, de Nissan, y el SUV Taos, de Volkswagen. En el caso de la japonesa, será una discontinuación total, que afecta a su "hermana", Alaskan, de Renault, que se fabrica en la misma planta. En tanto, el fin de la Taos argentina es para iniciar los trabajos de adecuación de la planta de Pacheco para la nueva pick-up que VW producirá en el país con una inversión de u$s 580 millones.
El otro factor que justifica la menor producción es la caída de exportaciones. En especial, a Brasil, principal comprador de los vehículos fabricados en el país, que en ocho meses demandó 114.906 unidades, 66,3% del total de los despachos al exterior y 19.067 vehículos menos que entre enero y agosto de 2024. De hecho, el de exportación es el único indicador que acumula caída desde enero: 7,7%, a 173.382 unidades. La producción, en cambio, creció 6,2%, a 332.135 unidades. El mercado mayorista lo hizo en un 71,6%, a 400.953 ventas. En agosto, fueron 51.766 unidades, mejora anual del 33,8 por ciento.
Ante la retracción exportadora, Martín Zuppi, presidente de Adefa, remarcó la necesidad de una agenda de "mejora continua de la competitividad, con foco en la reducción de la carga impositiva a nivel nacional, provincial y municipal, siendo fundamental el compromiso de provincias y municipios". También hizo foco en la "limitada red de acuerdos de libre comercio, lo que restringe nuestras posibilidades frente a competidores de la región y del mundo en los mercados de interés donde, todavía, no logramos capitalizar oportunidades con un mejor acceso".














