EL AÑO PASADO TUVO PÉRDIDAS OPERATIVAS POR $ 434 MILLONES

Quickfood, en venta: el frigorífico BRF suelta sus activos en Argentina

Los dueños de Paty y Vienissima encaran una reestructuración global. En el país operan tres plantas, pero acumulan períodos con fuertes pérdidas

Los dueños de las tradicionales marcas alimenticias Paty y Vienissima pondrán en venta sus activos en el país. Se trata del grupo frigorífico brasileño BRF, controlante en el país de Quickfood, el brazo con el que manejan dichas marcas, que aprobó un plan de reestructuración financiera y operativa a nivel global, en el cual prevé desprenderse de distintas unidades de negocios.

Entre ellas, las de Argentina, Europa y Tailandia, para enfocar sus transacciones en el mercado brasilero, Asia y el mercado musulmán.

"Esos son mercados en los que la compañía ocupa una posición de liderazgo y tiene fuertes ventajas competitivas. El objetivo es mejorar la estructura de capital social reduciendo el apalancamiento de deuda", informó en una comunicación enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV). La firma agrega que el plan también comprende la venta de activos inmobiliarios y no operacionales, así como de participaciones minoritarias en compañías, con el que prevé recaudar alrededor de $ 5000 millones de Reales. La reestructuración ya comenzó en marzo de este año, con ajustes en líneas de producción, licencias colectivas pagas y una reducción de alrededor del 5% de los empleados de fábrica en Brasil.

En la Argentina, la compañía es dueña de, además de Paty y Vienissima, las marcas Patyviena, Wilson, Hamond, Tres Cruces y GoodMark, con las que maneja casi dos tercios del mercado de hamburguesas y alrededor de un tercio del mercado de salchichas. Pero su situación comenzó a ser crítica en los últimos períodos donde reportó constantes pérdidas. Así lo reconoce en su último balance trimestral, donde especifica que para recomponer el patrimonio neto obtuvo en 2016 capitalización de créditos comerciales por parte de su controlante, mientras que en 2017 los accionistas tuvieron que realizar un aporte irrevocable de capital de $ 865,8 millones en efectivo, en paralelo a la emisión de nuevas obligaciones negociables por $ 439,4 millones para cancelar obligaciones de corto plazo.

La situación quedó expuesta a comienzos de este año cuando Quickfood solicitó la apertura de un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo, en relación a la operación de la planta de Baradero. Según se informó, la compañía ofreció retiros voluntarios para "readecuar la fuerza laboral", además de modificar el régimen de premios de los trabajadores.

En los tres primeros meses del año la compañía reportó en el país ingresos de productos con marcas y otros productos por $ 1686,6 millones, un 23% más que mismo período de 2017, aunque con una pérdida operativa de $ 39 millones y un resultado neto del período que arrojó una pérdida de $ 76,3 millones. El año pasado, en su último balance, había presentado pérdidas en su resultado operativo por $ 434 millones, principalmente debido a dos factores: el incremento de costos que no pudieron ser trasladados a precios; y el "incremento de las contingencias de la compañía por causas civiles,judiciales, laborales y tributarias".

De los ingresos, un 43% le correspondió al segmento de hamburguesas y casi un 20% al segmento frigorífico, que en esos tres meses faenó un poco más de 38.700 cabezas, principalmente con destino exportación (alrededor de un 20% de su negocio está relacionado con la exportación de alimentos). Además, en el país produce fiambres y vegetales, en sus tres plantas propias: Baradero, y dos en Santa Fe (Arroyo Seco y San Jorge), y dos centros de distribución, en Córdoba y Buenos Aires, establecimiento de los que buscará desprenderse.

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