Los creadores del ya famoso Chocoarroz vuelven al ruedo con un nuevo producto con el que esperan revolucionar el tradicional mercado de los alfajores.


Tras vender a Molinos Río de la Plata su marca insignia Chocoarroz, con la cual introdujo una nueva categoría (alfajores de arroz a un mercado tradicional en base a galletitas), la familia Grodzki está por lanzar un alfajor de categoría premium, bajo el nombre My Urban, pero a un precio más accesible, con el que espera pelear el mercado a los productos de Havanna y Cachafaz, entre los de mayor calidad y costo, pero también, por costo, a los de precio medio.


My Urban Food, la empresa de Emiliano, Pamela y Diego Grodzki (hijos de Mónica Hertz, creadora de Chocoarroz), destinó $ 20 millones para adquirir un predio en el barrio porteño de Villa Santa Rita, donde levantaron una nueva fábrica con maquinaria especialmente diseñada para elaborar alfajores de manera automatizada.


Se consumen de 5 a 7 millones de alfajores por día en el país. Los de arroz captan el 5% del total. Del restante 95%, sólo un 5% son premium, con marcas como Havanna y Cachafaz, con un costo de $ 7 a $ 9 por unidad. Es el alfajor que todos quisieran comer todos los días pero que, por precio, no pueden hacerlo, precisó Grodzki. En una gama media, de $ 5 a $ 7, hay varias marcas de Arcor y Kraft, en tanto que más abajo, en los $ 3, se ubica Jorgito y, en la base, Guaymallén. Partimos del objetivo de hacer un alfajor de alta calidad pero más accesible. Y desarrollamos un producto con igual calidad de materia prima que los premium, pero con un valor de venta de $ 5, no de $ 9. Bajamos así la barrera de ingreso, creemos que el 50% de los consumidores pueden comprarlo. Así, ampliamos en 10 veces el mercado potencial, de 5% a 50%, explicó Grodzki. La empresa prevé captar con My Urban, en dos versiones (relleno de dulce de leche, cubierto chocolate blanco o negro) de 4% a 5% del negocio de los alfajores hacia fin de año.


Para bajar los costos, My Urban Food cerró una alianza estratégica con un fabricante de maquinaria nacional, con el que trabajaron para diseñar una tecnología para producir alfajores de forma automatizada, donde entran las materias primas y sale el producto final. Así logramos bajar el costo pese a tener materias primas de alta calidad, porque del 60% a 70% del costo corresponden a mano de obra, agregó el empresario. La capacidad inicial es de 7 millones de unidades por mes, con posibilidad de ampliarse.


La empresa también aprovechará su conocimiento y sus relaciones con distribuidores de kioscos y autoservicios de todo el país para llegar al público. Una parte de la producción ya está vendida. En abril My Urban estará en los kioscos, con cajas de 16 unidades, y en 30 a 40 días llegará a supermercados, en cajas de 6, anticipó.


Por año, se estima que se venden unos 1.500 millones de alfajores, en un mercado de más de $ 7.000 millones. Los alfajores aportan casi el 50% de las ventas de kioscos y el 50% del chocolate que se consume en el país es en cobertura de alfajores; sólo el 20% se usa en tabletas.


A mitad de año, los hermanos Grodzki prevén otro lanzamiento: tartas, ensaladas, sandwiches, postres y otras comidas vendidos en envase, bajo el nombre My Urban Food.