Con el objetivo de sanar las heridas de la guerra en Malvinas, la Fundación Rugby Sin Fronteras organizó un partido en el que se juntaron ex combatientes argentinos e ingleses para jugar un partido. De esta forma, el estadio del Esher se convirtió en un escenario histórico de un match con tercer tiempo incluido en el que la emoción y la paz fueron las grandes protagonistas.