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El mango, una fruta tropical originaria de la India, ha logrado establecerse en el cultivo de diversas regiones a nivel global, incluyendo América Latina.
Este superalimento es objeto de investigaciones científicas que demuestran sus propiedades beneficiosas, las cuales pueden contribuir a la regulación de los niveles de glucosa en la sangre.
A pesar de su contenido de azúcar, el mango puede ser integrado en una dieta saludable, siempre que se consuma con moderación.

Un regalo de la naturaleza: el aliado tropical para regular el azúcar en sangre
En primer lugar, es fundamental señalar que el mango, a pesar de su sabor dulce que podría suscitar ciertas inquietudes, puede convertirse en un aliado eficaz en el control de la glucosa, siempre que se consuma con moderación y se integre en una dieta equilibrada.
En segundo lugar, este fruto se destaca como una excelente fuente de fibra soluble, la cual desempeña un papel crucial en la desaceleración de la absorción de azúcar en la sangre tras las comidas. Su contenido en fibra también favorece la sensación de saciedad, lo que puede contribuir a una reducción en el consumo calórico y al control del peso corporal.
Además, se ha evidenciado que los compuestos bioactivos presentes en el mango pueden mejorar la sensibilidad a la insulina, facilitando así la absorción de glucosa por parte de las células. Estudios han demostrado que la inclusión de este fruto en la dieta puede ser beneficiosa para el control de los niveles de azúcar en sangre en individuos con diabetes tipo 2.
Por último, gracias a la presencia de antioxidantes como la mangiferina y el ácido isoclórico, el mango proporciona una defensa significativa contra el daño oxidativo ocasionado por los radicales libres, lo que ayuda a disminuir el riesgo de complicaciones asociadas con la diabetes.
El contenido de azúcar en el mango: ¿un aliado o un obstáculo para el control de la glucosa?
Según los datos proporcionados por Glycemic Index, se confirma que el mango presenta un índice glucémico medio y una carga glucémica (CG) de 8.4, lo que indica que su carga glucémica es relativamente baja en comparación con otros alimentos.
La Universidad Veracruzana ha establecido que el mango posee un índice glucémico (IG) de 51 puntos.
En síntesis, al consumir 100 gramos de mango, ya sea en su forma natural o como jugo, el organismo recibe aproximadamente 14 gramos de azúcar, además de una amplia gama de vitaminas y minerales que son esenciales para el bienestar.

La forma ideal de disfrutar el mango
Disfrutar del mango en su estadocrudo representa una opción tanto conveniente como nutritiva. Este fruto, con su sabor dulce y su textura jugosa, se erige como una alternativa refrescante para satisfacer los antojos de manera natural.
Para comenzar, es recomendable cortar el mango en rodajas o cubos. Emplea un cuchillo afilado o un pelador de papas para retirar la piel antes de proceder a cortarlo. Este método garantiza que puedas disfrutar del mango sin la piel, que en ocasiones puede resultar fibrosa.
Una vez que el mango ha sido cortado, puede ser consumido como un bocadillo saludable por sí solo, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes buscan un refrigerio nutritivo.













