Cerca de los 50 años, las mujeres alcanzan el período de la menopausia. Durante este proceso se una disminución en la producción de hormonas femeninas que desencadenan una serie de cambios físicos, como puede ser la acumulación de grasa abdominal.
Es común que aún sin experimentar un aumento de peso, la grasa corporal se deposite en la zona del vientre en las mujeres que comenzaron con la menopausia, según explica Clínica Mayo. Esto se corresponde a la baja en estrógenos que influyen en la distribución de la liposidad.
Efectos nocivos de la grasa abdominal después de los 50 años
Más allá de lo incómodos que puedan resultar los "rollitos" de la barriga, su eliminación es muy importante que la grasa abdominal puede resultar tóxica para la salud. "Produce hormonas como la del estrés, el cortisol, así como proteínas inflamatorias conocidas como citoquinas", explicó la Dra. Pamela Peeke, profesora adjunta de Medicina Familiar y Comunitaria en la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland al portal especializado en mayores de 50 años AARP.
Estas hormonas incrementan la producción de insulina, lo que provoca un aumento de apetito y el almacenamiento de grasa en las células adiposas. De esta manera, el abdomen aumenta aún más de tamaño se puede generar una resistencia a la insulina, factor que contribuye a la aparición de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Cómo eliminar la grasa abdominal y lucir un vientre de acero
Para obtener un vientre libre de "rollitos" después de los 50 años, el portal especializado enumeró una serie de recomendaciones fáciles de seguir para incorporar en la rutina y adoptar hábitos más saludables. Estos son:
Hora límite de comer
La especialista sugirió delimitar el horarios de las comidas. Esto es fijar un rango de hasta 12 horas para comer y luego evitar la ingesta de comidas.
Esto puede ser definir el horario para el consumo de alimento de 7 de la mañana a las 19 y luego no ingerir más comidas durante el resto del día.
Dormir lo necesario
Determinar las horas de sueño necesarias para la recomposición de energía es vital después de los 50 años. Interrumpir el sueño por las noches o no descansar lo suficiente puede repercutir en la salud, el estado de ánimo y contribuye a un mayor aumento de peso.
Las mujeres que duermen menos de cinco horas a la noche aumentan un 30% el riesgo de subir de peso, en comparación con aquellas que duermen al menos siete horas al día.