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Menos de 4 de cada 10 instituciones financieras en México ofrecieron pagos mediante códigos QR, una proporción significativamente menor frente a otros países de Latinoamérica donde este esquema se consolidó como uno de los principales motores de los pagos digitales, de acuerdo con el estudio Pulso 2025 elaborado por Topaz.

El informe mostró que, mientras en Bolivia 86% de las instituciones contaron con pagos con QR y en Paraguay esta proporción alcanzó 79%, en México la adopción fue considerablemente menor.

Esta diferencia respondió a que el mercado mexicano se inclinó por pagos inmediatos y recurrentes integrados directamente a la banca digital, en lugar de soluciones de QR externas al sistema bancario.

De acuerdo con el estudio, los códigos QR se posicionaron como el formato de pago digital más utilizado en la región, impulsados principalmente por sistemas respaldados por los bancos centrales, como Pix en Brasil y el esquema QR en Bolivia.

En estos países, los pagos con QR facilitaron la incorporación de pequeños comercios y de personas que previamente no contaban con acceso al sistema financiero formal.

En contraste, el modelo adoptado en México priorizó soluciones integradas a las aplicaciones bancarias, lo que favoreció una convivencia más estrecha entre los pagos digitales y los métodos tradicionales.

A nivel regional, más de la mitad de las instituciones financieras no percibió que el crecimiento de los pagos digitales haya reducido de forma significativa el uso de tarjetas de crédito y débito, lo que reforzó un esquema de coexistencia entre ambos medios de pago.

¿Qué beneficios tienen los pagos digitales?

El documento también destacó que los pagos digitales generaron beneficios relevantes tanto para las instituciones financieras como para los usuarios.

Para los bancos, los principales beneficios fueron la agilidad operativa y la eficiencia en costos, mientras que para los clientes sobresalieron la inclusión financiera y la reducción del uso de efectivo.

No obstante, la desconfianza, el miedo al fraude y la baja alfabetización digital continuaron siendo obstáculos para una adopción más acelerada.

En este contexto, Jorge Iglesias, CEO de Topaz, señaló que las instituciones financieras debieron asumir un rol estratégico para fortalecer el ecosistema de pagos digitales.

“Los pagos digitales son el punto de encuentro entre la inclusión financiera, la innovación y la experiencia del cliente en Latinoamérica. Sin embargo, para avanzar en esta materia, las instituciones financieras deberán actuar como líderes en educación digital, reforzar la experiencia del cliente y garantizar que la seguridad evolucione al ritmo de la innovación”, señaló.

El estudio también evidenció que, pese a la menor adopción de pagos con QR, 52% de las instituciones en México identificó a los pagos digitales como una vía para ampliar la inclusión financiera, lo que colocó al país en línea con la visión regional de crecimiento, aunque con un modelo operativo distinto.

El informe concluyó que México continuará avanzando en pagos digitales, pero con una estrategia diferenciada frente a otros países de la región, basada en pagos inmediatos dentro de la banca digital y no en una adopción masiva de esquemas de códigos QR.