

A lo largo de los siglos, en México ha circulado una gran cantidad de monedas, muchas de las cuales han quedado en el olvido. Sin embargo, también existen ejemplares que se convirtieron en piezas muy valoradas por expertos en numismática. Un claro ejemplo es la antigua divisa de 50 pesos por la que pagan hasta 3,000,000 de pesos.
Acuñada en 1982, los coleccionistas ven en esta antigua moneda de 50 pesos una pieza de valor incalculable. Esto se debe a que, en su anverso, presenta la representación de la Diosa de la Luna, Coyolxauhqui, un ícono importante de la mitología mexica. Esta figura, que simboliza tanto la riqueza cultural como la historia de México, la ha convertido en una de las piezas más buscadas en el mercado numismático.
¿Cómo es la antigua moneda de 50 pesos por la que pagan hasta 3,000,000 pesos?
La moneda de 50 pesos con la imagen de la diosa Coyolxauhqui es hoy una de las piezas más buscadas en el mercado numismático. Perteneciente a la familia AA, tiene una forma circular, con un canto estriado que le da una textura única, y pesa 19.8 gramos. Fue acuñada en cuproníquel, una mezcla de cobre y níquel, lo que le da durabilidad.

En el anverso, se muestra el Escudo Nacional de México en relieve, acompañado por la leyenda "Estados Unidos Mexicanos". En el reverso, destaca la representación de la Diosa Coyolxauhqui, la imagen de un símbolo "$", el número "50", y la inscripción "Coyolxauhqui", también el año de acuñación y el símbolo de la Casa de Moneda de México.
Esta divisa ya ha sido desmonetizada, lo que significa que no puede ser utilizada para realizar compras ni transacciones en la actualidad, pero su valor como objeto de colección sigue siendo muy alto, lo que la convierte en un artículo codiciado. En Mercado Libre se vende por un valor que alcanza los 3,000,000 de pesos.
¿Quién fue Coyolxauhqui en la mitología mexicana?
Coyolxauhqui fue una de las deidades más importantes de la mitología mexica, reconocida como la Diosa de la Luna. Hija de la diosa Coatlicue y hermana de Huitzilopochtli, el dios del sol y la guerra, su historia está cargada de simbolismo y tragedia.

Según la leyenda, Coyolxauhqui lideró a sus cuatrocientos hermanos, los Centzon Huitznáhuac, en una rebelión contra su madre tras descubrir que estaba embarazada de manera misteriosa. Su furia fue tal que planeó asesinar a su madre para defender el honor familiar.
Sin embargo, Huitzilopochtli nació de manera repentina y totalmente armado, enfrentándose a sus hermanos y derrotándolos en el cerro de Coatepec. En una batalla feroz, decapitó a Coyolxauhqui y lanzó su cuerpo por la montaña, desmembrándola. Este evento mitológico representa el origen del ciclo del sol y la luna, simbolizando el triunfo del día sobre la noche.
El impacto cultural de Coyolxauhqui es significativo, especialmente en la arquitectura y el arte mexicano. Su imagen aparece en el famoso monolito de Coyolxauhqui, descubierto en 1978 en las ruinas del Templo Mayor de Tenochtitlán, en la actual Ciudad de México.
La representación de Coyolxauhqui no solo destaca su importancia mitológica, sino que también subraya el papel fundamental de las deidades femeninas en la cosmovisión mexica.













