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El Kremlin ruso ya tiene casi listo su arma definitiva: el submarino nuclear Khabarovsk, bautizado extraoficialmente como el “submarino del día del juicio final”, ha sido botado y está en proceso de pruebas para entrar en servicio. Esto provocó un fuerte aumento de tensiones en todos los países del mundo, especialmente, en los que conforman la alianza OTAN.

Una imagen satelital capturada por la empresa norteamericana Maxar logró obtener evidencias de la existencia de esta nave de guerra que ya se encuentra en el agua, lista para operar.

Cómo es el submarino de Juicio Final que está preparando Rusia

El Khabarovsk fue diseñado para poder utilizar la munición torpedo Poseidón, un arma nuclear silenciosa y autónoma con un alcance teóricamente ilimitado. El submarino puede portar cabezas nucleares de hasta dos megatones, con la capacidad de explotar en zonas costeras clave como Nueva York o Barcelona, creando, en teoría, tsunamis radioactivos devastadores.

Khabarovsk  es el submarino nuclear ruso más poderoso del momento.
Khabarovsk es el submarino nuclear ruso más poderoso del momento.

El secreto más peligroso de Rusia: La construcción de esta máquina de guerra se mantuvo en absoluto secreto en el astillero Sevmash de Severodvinsk. El proyecto tardó 10 años. Las maniobras de traslado a la rampa de lanzamiento en noviembre de 2025 estuvieron rodeadas de medidas de ocultación, con lonas cubriendo la proa y estructuras provisionales sobre la escotilla para evitar la observación directa de sus sistemas de propulsión y armamento.

El diseño del Khabarovsk está inspirado en las unidades de clase Borei-A pero sin los compartimentos traseros de los misiles intercontinentales para crear una sala de torpedos sobredimensionada en la sección frontal. Así, el submarino puede alojar seis drones nucleares Poseidón, un número que ningún otro submarino convencional puede igualar (incluyendo el Belgorod, el único navío modificado que hasta ahora podía lanzarlos).

Además de los Poseidón, el submarino también portará misiles antibuque, misiles de ataque a tierra y torpedos convencionales, ampliando su rango de operaciones.

Moscú asegura haber probado ya estos torpedos cerca del archipiélago de Nóvaya Zemlya con resultados exitosos. Tanto el Khabarovsk como el Belgorod están clasificados como “submarinos de propósito especial” porque su única razón de ser es ejecutar esta misión nuclear específica. De completarse un tercer portador, el Ulyanovsk, Rusia contaría con una flota dedicada al arma nuclear más temible de su arsenal.