

Día tras día, el mundo en el que vivimos nos deslumbra con nuevas maravillas e historias con las que, por un instante, viajamos en el tiempo y nos adentramos en culturas y contextos sorprendentes.
En este sentido, existe una localidad en América Latina que destaca por conservar su esencia desde tiempos precolombinos. A continuación, te contamos todo sobre esta deslumbrante comunidad.

Caral: la joya ancestral que esconde Latinoamérica
Según la UNESCO, hace casi 5.000 años se fundó la ciudad de Caral en un yacimiento descubierto entre los siglos XI y XII, en lo que actualmente es Perú. Esta civilización se asentó en el valle del río Supe, a unos 200 km al norte de Lima.
Si bien la localidad desapareció a causa del cambio climático, sus integrantes se mantuvieron firmes frente al paso del tiempo, haciendo trascender su cultura e historia de generación en generación, hasta convertirse el día de hoy enla localidad más antigua del continente.
Caral destacó desde su origen por su arquitecturamonumental como pirámides, anfiteatros, plazas y complejos barriales. Además, su sociedad estaba jerárquicamente organizada, con sectores bien definidos para actividades administrativas, religiosas y residenciales.
Su economía estaba basada en un sistema de trueque que practicaban el entre la costa y la sierra, lo que les otorgaba un sistema integrado y funcional, sin necesidad de utilizar ningún tipo de moneda.

¿Por qué fue tan importante su descubrimiento?
Esta comunidad cambió el entendimiento sobre el origen de las civilizaciones en América, dado a que su existencia demuestra una vez más que en este continente surgieron culturas igual de complejas, y casi al mismo tiempo, que las europeas.
Además, su desarrollo sin evidencias de conflicto armado aporta una perspectiva única sobre el avance humano.
La investigadora peruana Ruth Shady Solís, quien lideró los estudios arqueológicos realizados sobre Caral desde los años 90, aseguró que no se ha encontrado evidencia o rastros de guerra, lo que sugiere que la comunidad prosperó mediante una organización social pacífica, centrada en la religión y la ciencia.















