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En 1687, Isaac Newton enunció en su obra Principios Matemáticos de la Filosofía Natural tres principios universales conocidos como Las Leyes de Newton.

Estas nómadas, que explican cómo se rige el movimiento de los objetos, son: inercia; fuerza y aceleración; acción y reacción.

El primer principio establece: "Los objetos en movimiento tienden a permanecer en movimiento, y los objetos en reposo tienden a permanecer en reposo, a menos que actúe una fuerza externa".

Sin embargo, Daniel Hoek, profesor de filosofía en Virginia Tech reveló que, debido a un error de traducción, hemos interpretado de forma incorrecta la Ley de Inercia.

Cuál es el error de traducción en la Primera Ley de Newton

En un artículo publicado en Philosophy of Science, Hoek explicó que muchos científicos interpretaron erróneamente una de las Leyes de Newton.

En la traducción más difundida, el primer principio de Newton refiere a cuerpos que no tienen ninguna fuerza, algo que es imposible porque no existen cuerpos en el Universo que estén libres de fuerzas externas.

De esta manera, Hoek descubrió un error de traducción en la expresión Nisi Quiatenus, que significa excepto en la medida en que, en lugar de a menos que.

Hoek sostiene que Newton no se refería a cuerpos imaginarios sin fuerza, sino que sostenía que el movimiento solo cambia en la medida en que una fuerza tiene influencia sobre él.

La traducción correcta sería: "Los objetos en movimiento tienden a permanecer en movimiento y los objetos en reposo tienden a permanecer en reposo, excepto en la medida en que actúa una fuerza externa".

Sin embargo, Hoek admitió que esta reinterpretación no cambia el ámbito de la física, pero si aclara lo que el matemático quería decir.