

Durante más de cuatro décadas, Samuel Little sembró el terror en Estados Unidos, asesinando a decenas de mujeres mientras las autoridades permanecían ajenas a la magnitud de sus crímenes.
Este hombre, nacido en Georgia en 1940, se convirtió en el asesino serial más prolífico en la historia, con 93 confesionesde asesinato de las cuales el FBI confirmó por lo menos 60 casos.
Su reinado de terror se extendió desde 1970 hasta 2005, abarcando 19 estados diferentes, hasta que finalmente fue capturado en 2012 por un delito menor que revelaría la verdadera dimensión de sus atrocidades.

La infancia turbulenta que forjó a un asesino en serie
Samuel Little nació el 7 de junio de 1940 en Reynolds, Georgia, hijo de una madre que, según sus propias declaraciones, ejercía la prostitución. Poco después de su nacimiento, la familia se trasladó a Lorain, Ohio, donde fue criado por su abuela en un hogar marcado por la inestabilidad.
Desde temprana edad, mostró signos preocupantes de comportamiento antisocial. Durante su paso por la Hawthorne Junior High School, enfrentó constantes problemas disciplinarios y un rendimiento académico deficiente.
En 1956, a los 16 años, fue condenado por irrumpir en una propiedad en Omaha, Nebraska, lo que resultó en su reclusión en una institución para delincuentes juveniles.
A los 20 años, se mudó a Florida para vivir con su madre, donde trabajó esporádicamente en un cementerio y como conductor de ambulancia. Fue durante esta época cuando comenzó a expandir sus actividades criminales, viajando por diferentes estados y acumulando arrestos por delitos que incluían conducir bajo la influencia del alcohol, fraude, hurto, robo armado, asalto agravado y violación.
Paradójicamente, fue también durante sus múltiples estancias en prisión donde desarrolló habilidades de boxeo, refiriéndose a sí mismo como un gran boxeador, una destreza que posteriormente utilizaría para someter a sus víctimas.
Cuatro décadas de crímenes: el método del "estrangulador viajero"
Entre 1970 y 2005, Samuel Little operó como un asesino que se desplazaba constantemente por el territorio estadounidense, seleccionando cuidadosamente a sus víctimas entre mujeres en situación de vulnerabilidad social: prostitutas, drogadictas y personas sin hogar.
Su método de operación era consistente y letal: utilizaba su fuerza física, desarrollada durante sus años de boxeo, para estrangular a sus víctimas con sus propias manos, ganándose el apodo de "The Choke and Stroke Killer".
La estrategia era deliberadamente calculada. Seleccionaba víctimas cuyas desapariciones probablemente no serían investigadas con rigor, aprovechando los prejuicios sociales y las limitaciones de recursos de las fuerzas policiales de la época.
Este patrón de comportamiento le permitió operar durante décadas sin ser detectado, ya que muchos de sus crímenes fueron clasificados inicialmente como muertes por sobredosis, accidentes o casos de personas desaparecidas.
El FBI confirmó que Little actuó en por lo menos 19 estados diferentes, incluyendo California, Texas, Ohio, Florida, Georgia, Mississippi, Louisiana, Kentucky, Tennessee, Maryland y Carolina del Sur.

La caída del depredador: cuando un refugio de indigentes selló su destino
Después de décadas evadiendo la justicia, Samuel Little finalmente fue capturado el 5 de septiembre de 2012 en un refugio para indigentes en Louisville, Kentucky.
Inicialmente fue arrestado por cargos menores relacionados con narcóticos, una detención rutinaria que parecía ser solo otro episodio más en su larga lista de arrestos. Sin embargo, esta vez sería diferente: las autoridades decidieron utilizar pruebas de ADN para investigar casos sin resolver.
El análisis de ADN reveló su conexión con tres asesinatos cometidos en Los Ángeles durante la década de 1980: Carol Ilene Elford (asesinada el 13 de junio de 1987), Guadalupe Duarte Apodaca (asesinada el 3 de septiembre de 1987) y Audrey Nelson Everett (asesinada el 14 de agosto de 1989).
El juicio comenzó en septiembre de 2014, donde la fiscalía presentó no solo las pruebas de ADN, sino también testimonios de mujeres que habían sobrevivido a sus ataques en diferentes momentos de su carrera criminal.
El 25 de septiembre de 2014, fue declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Hasta el día de su veredicto, continuó proclamando su inocencia, una postura que mantendría hasta que finalmente decidió confesar.
A partir de 2018, comenzó a hacer confesiones detalladas como parte de negociaciones para obtener mejores condiciones de reclusión, incluyendo una transferencia de prisión.
Sus confesiones fueron extraordinariamente precisas, incluyendo detalles que solo el verdadero asesino podría conocer. Además de sus relatos verbales, creó retratos artísticos de muchas de sus víctimas, dibujos que el FBI publicó con la esperanza de que alguien pudiera identificar a las mujeres representadas.
Samuel Little falleció el 30 de diciembre de 2020 a los 80 años en un hospital del condado de Los Ángeles, llevándose consigo los secretos de décadas de terror.















