

En el marco de las crecientes tensiones militares en todo el mundo, los jugadores privados también buscan su lugar en el nuevo teatro de operaciones global.
Así, la empresa Meta (propietaria de WhatsApp, Facebook e Instagram) están contratando a ex funcionarios estadounidenses de seguridad nacional y del Pentágono para que colaboren en el desarrollo de proyectos de realidad virtual e inteligencia artificial (IA). Esto no es casualidad considerando que la empresa Meta abrió su modelo de LLM, Llama, para se use en el ámbito militar.
El plan militar de Meta en medio conflictos bélicos en todo el mundo
La empresa, liderada por Mark Zuckerberg, busca cerrar contratos lucrativos con el gobierno federal. Particularmente, Meta busca dos gerentes de políticas públicas que deberán tener experiencia en el Pentágono y tener habilitación de seguridad para "dirigir nuestra relación con las agencias gubernamentales en temas de políticas y adopción de tecnologías", según informan los anuncios de empleo.
La búsqueda no está aislada: Francis Brennan, un ex asesor de la administración de Donald Trump, se unió a la empresa para entablar diálogo con Washington.

Si bien Meta no ha revelado contratos directos con el Pentágono o con otras agencias de seguridad nacional, sus desarrollos son de interés para las ramas de defensa en el gobierno estadounidense. Su caso es similar al de Google y OpenAI, que a su vez saben perfectamente que los contratos estatales son un negocio muy lucrativo: Estados Unidos tiene un presupuesto de defensa de más de 80 mil millones de dólares.
A través de proyectos como Reality Labs la empresa puede ofrecer tecnologías como la realidad virtual en el ámbito militar. Desde hace algunos años la realidad virtual, los drones y los vehículos de combate no pilotados tienen un rol importante en las formaciones militares. Empresas como Palantir, Scale AI ya trabajan ofreciendo servicios a contratistas militares como Leidos, Lockheed Martin y Booz Allen.
Recientemente, OpenAI firmó un contrato con la Fuerza Aérea de EEUU y estableció una colaboración con el contratista militar Anduril para proporcionar tecnologías de IA avanzadas al Departamento de Defensa y a la Comunidad de Inteligencia de EE.UU.













