La tercera guerra mundial "a pedazos" ya comenzó | El conflicto que anticipó el papa Francisco y que inició en un país olvidado
Sudán, un ejemplo olvidado del fenómeno señalado por el pontífice.
Según Vatican News, hace exactamente dos años, el 15 de abril de 2023, estalló en Sudán un conflicto brutal entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Este enfrentamiento generó lo que expertos califican como la peor crisis humanitaria del mundo, aunque permanece eclipsada por los escenarios igualmente dramáticos de Ucrania y Gaza.
Un país sumido en el infierno humanitario
En Sudán, el conflicto provocó el desplazamiento de más de doce millones de personas, de las cuales casi cuatro millones buscaron refugio en países vecinos como Egipto, Chad y Sudán del Sur.
Según datos de agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU), casi un tercio de la población sudanesa está desplazada, y la mitad de ellos son niños.
Además, la violencia cobró por lo menos 29,000 víctimas, incluyendo 7,500 civiles, aunque se estima que la cifra real es mucho mayor si se consideran las muertes indirectamente relacionadas con la guerra.
A pesar de la magnitud de esta crisis, la comunidad internacional muestra poco interés en abordarla.
Filippo Ungaro, portavoz de ACNUR en Italia, señala que el plan regional para Sudán apenas está financiado en un 9%, lo que genera enorme preocupación por la supervivencia de refugiados y desplazados.
Esta inacción internacional es particularmente grave considerando que veinticuatro millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria, mientras que por lo menos 270,000 no tienen acceso al agua potable, y solo el 25% de los centros sanitarios siguen operativos en las zonas más afectadas.
El ejemplo más claro de la "guerra mundial a pedazos"
El concepto de "guerra mundial a pedazos" acuñado por el Papa Francisco se refiere a una serie de conflictos aparentemente aislados pero interconectados que, en conjunto, configuran una conflagración global fragmentada. Sudán representa un caso paradigmático de esta teoría.
Como explica Claudio Ceravolo, presidente de la ONG Coopi, este conflicto no es un fenómeno aislado sino parte de un patrón mundial donde intereses geopolíticos y económicos alimentan guerras localizadas con impactos regionales devastadores.
Así, la expresión del pontífice cobra especial relevancia cuando se observa cómo las potencias mundiales priorizan selectivamente ciertos conflictos mientras ignoran otros en función de intereses estratégicos.
Ceravolo señala que "los intereses económicos son ahora tan omnipresentes que la guerra se considera como una política económica llevada a cabo por otros medios", transformando estas crisis localizadas en piezas de un tablero geopolítico mayor donde las víctimas civiles son meras externalidades.