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La reducción de la jornada laboral en México ha marcado un precedente en la historia reciente del país. Esta tendrá un gran impacto en millones de trabajadores, y es destacable el proceso gradual que implica su implementación.

La jornada laboral de 40 horas semanales, impulsada como parte de una reforma a la Ley Federal del Trabajo, busca establecer un nuevo equilibrio entre la vida laboral y personal, sin que esto represente un perjuicio económico para las y los empleados.

Reducción de jornada laboral: fechas clave y proceso gradual en México

Tras la aprobación de la reforma que reduce la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) anunció que la transición se realizará entre 2025 y 2030. La presidenta Claudia Sheinbaum detalló que esta transformación será paulatina, con el fin de brindar tiempo suficiente para que las empresas adapten sus esquemas de trabajo sin comprometer la estabilidad operativa ni los derechos laborales.

El primer paso se dará en junio de 2025, cuando inicien foros públicos organizados por la STPS, los cuales se llevarán a cabo del 2 de junio al 7 de julio. Estos encuentros estarán dirigidos a empleadores, trabajadores y sindicatos, y su objetivo será brindar orientación sobre los pasos que deberán seguirse para aplicar correctamente la reducción de la jornada.

Este nuevo esquema modifica los artículos 61 y 69 de la Ley Federal del Trabajo, estableciendo que por cada cinco días de trabajo, las y los empleados deberán gozar de dos días obligatorios de descanso sin que se vea afectado su salario. La STPS será la encargada de supervisar que este derecho se respete en todos los centros laborales del país.

Empresas en México: tiempos de adaptación según su tamaño

La implementación de la jornada laboral de 40 horas no será igual para todas las empresas mexicanas, ya que el calendario de adaptación dependerá del tamaño de cada unidad económica. Las grandes empresas serán las primeras en aplicar el cambio, mientras que las microempresas tendrán el mayor periodo de tolerancia para cumplir con la nueva normativa.

De acuerdo con la STPS, el calendario de transición queda de la siguiente manera:

  • Grandes empresas: deberán completar la transición en un plazo máximo de seis meses a partir de la entrada en vigor de la reforma.

  • Medianas empresas: contarán con un periodo de un año y seis meses para hacer efectiva la reducción de horas.

  • Pequeñas empresas: tendrán dos años para adaptarse al nuevo esquema laboral.

  • Microempresas: serán las últimas en realizar el cambio, con un margen de hasta tres años y medio para cumplir con la norma.

Este enfoque gradual busca garantizar que la reducción no implique una carga excesiva para los distintos sectores económicos del país, especialmente para aquellas unidades productivas con menos recursos. Así, se pretende avanzar hacia una mejora en las condiciones laborales sin poner en riesgo el funcionamiento de las empresas mexicanas.