

El estudio de la Luna es un campo que fascina a los científicos y los fanáticos de la astronomía desde siempre, pues este satélite natural no sólo es sorprendente, sino que, además, parece esconder un gran manto de secretos estelares.
Así lo confirmó recientemente un equipo de investigadores dirigidos por la Universidad de Trento, quienes han revelado la existencia de pasadizos subterráneos y de un mundo bajo la superficie lunar que desconocíamos en lo absoluto.
La Luna no es lo que creíamos: el increíble mundo subterráneo que esconde
Si bien hace varios años que los astrónomos sospechan de la existencia de cuevas subterráneas en la Luna, esto jamás había podido asegurarse hasta ahora, que los científicos han obtenido confirmación de la presencia de un gran tubo que está oculto bajo la superficie de este satélite.
Así, se estima que este peculiar hallazgo situado en Mare Tranquillitatis alcanza los 100 metros de profundidad. En cuanto a su origen, la hipótesis es que este tubo fue creado hace millones de años cuando la lava envolvió la Luna. No obstante, los investigadores sospechan que este es tan solo uno de los miles que pueden estar escondidos bajo la superficie.

Cómo descubrieron este mundo subterráneo los científicos
El "pozo" de ingreso siempre pudo verse desde arriba, pero fue gracias a la técnica "ad hoc" que los investigadores lograron analizar los datos de un instrumento de radiofrecuencia en miniatura, llamado Mini-RF, desde una perspectiva diferente. De esta manera, luego compararon los resultados con diversas simulaciones y detectaron una excavación que parecía continuar el pozo hacia abajo, lo que comprobó la existencia de un túnel secreto.
"Hemos descubierto reflejos de radar en la zona del pozo que se explican mejor por un conducto de cueva subterránea", asegura Lorenzo Buzzone, profesor de la universidad.

¿Un mundo sin fin? Qué dicen los científicos sobre la Luna que hoy conocemos
De los más de 200 pozos lunares que actualmente conocemos, los investigadores sospechan que al menos 16 de ellos son cuevas similares a la descubierta recientemente, siendo ésta la más profunda.
Un dato prometedor es la temperatura de la cueva, pues en este nuevo espacio descubierto se estima que el ambiente alcanza los 17°C, lo que convierte a este asombroso descubrimiento en un potencial refugio para futuras expediciones a la Luna, dado que actualmente las temperaturas del lado lunar que enfrenta al sol son de 127°C, mientras que su contracara alcanza los -173°C.
Así, los científicos buscarán ahora conocer más sobre las rocas que componen el interior de este pasadizo secreto con el fin de comprender en profundidad la historia de la Luna, su formación y sus condiciones para realizar futuras misiones y proteger a quienes sueñan con tripularlas del hostil clima y de la radiación espacial.
"Después de todo, la vida en la Tierra comenzó en cuevas, por lo que tiene sentido que los humanos puedan vivir dentro de ellas en la Luna", aseguró Leonardo Carrer, investigador de la universidad.















