

En el mundo de la física, los descubrimientos suelen llegar cuando nadie los espera. Eso ocurrió recientemente en la Universidad de Illinois, donde un grupo de investigadores se topó con una partícula tan extraña como prometedora: el llamado "demonio cuántico", una entidad sin masa ni carga que fue teorizada en 1956 por el físico David Pines y que, durante décadas, permaneció en el terreno de la especulación.
Este hallazgo no solo confirma una predicción científica de hace casi 70 años, sino que también abre nuevas puertas para comprender los misterios de la superconductividad a altas temperaturas, un fenómeno clave para el futuro de la energía y la tecnología.

¿Qué es el demonio cuántico y por qué intriga a la física?
El demonio cuántico, también llamado Plasmon de Pines, es una oscilación de electrones que se comporta como una cuasipartícula sin masa y eléctricamente neutra.
Precisamente por estas características fue casi imposible de detectar durante décadas. Su nombre proviene del acrónimo "distinct electron motion" (movimiento electrónico distinto), aunque el apodo de "demonio" terminó captando más atención que su definición técnica.
Lo fascinante de esta cuasipartícula es que, por no tener masa, puede existir a prácticamente cualquier nivel energético y en un rango de temperaturas muy amplio, lo que lo convierte en un potencial actor en procesos cuánticos aún poco comprendidos.
El hallazgo en un metal poco común: estroncio rutenato
El descubrimiento ocurrió mientras los investigadores analizaban el estroncio rutenato, un metal que comparte ciertas propiedades con los superconductores de alta temperatura pero que no lo es.
Al disparar electrones contra un cristal de este material, el equipo detectó un comportamiento anómalo: algo demasiado lento para ser un plasmon superficial, pero más rápido que una vibración acústica normal.
Tras múltiples pruebas, las mediciones coincidieron con las predicciones de David Pines sobre un modo electrónico sin masa: el demonio. Según los científicos, se trató de un hallazgo inesperado que confirma la importancia de explorar sin buscar un resultado específico.
¿Cómo podría revolucionar la superconductividad?
La superconductividad es la capacidad de ciertos materiales de conducir electricidad sin resistencia. La teoría tradicional (conocida como BCS) explica este fenómeno en materiales que requieren temperaturas extremadamente bajas, pero no logra dar cuenta de los superconductores de alta temperatura.
Aquí es donde el demonio cuántico podría cambiar el panorama. Al interactuar con electrones de formas aún poco claras, podría ser la pieza que falta para explicar cómo ciertos materiales logran volverse superconductores sin enfriarse tanto.
Comprender este mecanismo permitiría diseñar nuevas tecnologías energéticas más eficientes, desde redes eléctricas sin pérdidas hasta trenes de levitación magnética.













