

Un hallazgo arqueológico vinculado con la batalla de Waterloo, que tuvo lugar el 18 de junio de 1815 en Bélgica, continúa generando escalofríos a casi 6 meses del trabajo iniciado por un grupo de investigadores.
Este conflicto marcó la victoria de las fuerzas aliadas, bajo el mando del duque de Wellington, sobre el ejército francés de Napoleón Bonaparte, y al día de hoy, las repercusiones no cesan.
¿Por qué el descubrimiento produce escalofríos?
En el lugar de la excavación, que se ubica en una granja utilizada como hospital de campaña por las tropas de Wellington, los investigadores descubrieron en 2022 un esqueleto humano completo, el segundo hallado desde la batalla.

Este descubrimiento es significativo, dado que se han encontrado pocos restos de los entre 10,000 y 30,000 soldados que perdieron la vida en el conflicto, según lo indicado por la arqueóloga Véronique Moulaert a EFE.
La directora de la excavación, conocida como "Granja del Mont-Saint-Jean", subrayó por aquel entonces la importancia de los últimos hallazgos: "Hemos encontrado lo que parece ser un vertedero de residuos hospitalarios, que incluye una caja de munición, miembros amputados y caballos sacrificados en la trinchera", lo que proporciona una prueba documental de la brutalidad de la batalla.
Según Moulaert, los restos óseos, pueden ofrecer información sobre las técnicas de amputación de la época y ayudar a determinar si los caballos fueron utilizados para el transporte de tropas o carros, así como las causas de su muerte.
En este contexto, una investigación realizada por un grupo de historiadores y arqueólogos belgas, publicada hace dos años, explicó la escasez de hallazgos de cadáveres de los miles de soldados y caballos que murieron en Waterloo, debido a que los habitantes locales desenterraron los restos y los vendieron a la industria azucarera para el blanqueo del azúcar de remolacha.
La Arqueología: Un Remedio para el Alma
La asociación Waterloo Uncovered no solo se dedica a la investigación histórica, sino que también tiene un propósito social significativo. Su objetivo principal es brindar apoyo a veteranos militares y personal en servicio, ayudándoles a superar las lesiones y problemas derivados de su profesión. Esta iniciativa se enmarca dentro de un proyecto arqueológico que busca contribuir al bienestar de quienes han servido a su país.
El teniente coronel Charles Foinette, fundador de esta organización benéfica, destacó en su momento que "Waterloo Uncovered utiliza la arqueología como un medio para facilitar la recuperación de personal de servicio y veteranos que han sufrido heridas o lesiones".
Esta labor se realiza en un contexto donde la historia de la batalla de Waterloo se convierte en un elemento central para la organización, dado su impacto en la historia europea.
Foinette subraya la relevancia de la batalla de Waterloo, que se distingue por haber concentrado una intensa actividad militar en un área relativamente pequeña, en comparación con otros conflictos como la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), donde los campos de batalla se extendían a lo largo de más de 20 kilómetros.
En el seno de Waterloo Uncovered, se fomenta una comunidad de individuos con intereses comunes. Foinette menciona: "A pesar de que no nos conozcamos, hablemos diferentes idiomas y vistamos uniformes distintos, compartimos mucho en común". Esta conexión se fortalece entre aquellos que han servido en diversas misiones a lo largo del mundo.
En las cercanías del teniente coronel, un grupo de voluntarios, en su mayoría británicos, junto con algunos holandeses y belgas, se dedica a la excavación de restos de animales y humanos, utilizando cucharas y pinceles, más de 200 años después de la batalla. Este esfuerzo se lleva a cabo bajo una carpa situada a escasa distancia del edificio principal de la granja.
La dimensión oculta del descubrimiento arqueológico
El teniente coronel del ejército británico, Sam Balmond, con 14 años de trayectoria en la marina de guerra británica, estuvo siendo partícipe en aquel entonces en una excavación que le brindaba la oportunidad de superar el acoso laboral padecido en los últimos dos años, según sus declaraciones.
"Desde siempre he sentido un profundo interés por la historia, especialmente la antigua y la arqueología, que hasta ahora había explorado únicamente a través de libros y programas de televisión. Al llegar aquí, comprendí que podía combinar mi evidente interés con la arqueología en un contexto práctico", sostuvo en esa ocasión.
Según Foinette, la arqueología es una disciplina sumamente amplia y adecuada para su organización, ya que permite la inclusión de individuos de diversos orígenes y con diferentes tipos de lesiones, quienes siempre pueden contribuir de manera significativa a la excavación.















