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A través de una nueva normativa que entró en vigor el 3 de abril de 2025 en España, se estableció que los propietarios necesitarán el permiso expreso de sus vecinos para convertir sus viviendas en alojamientos con fines turísticos.

Así, a través de la reforma de la Ley de Propiedad Horizontal, el país busca combatir el aumento de los precios de alquiler y la falta de viviendas disponibles, priorizando el uso residencial.

Pero, ¿podría esta estrategia replicarse en otros países latinoamericanos como México, donde los problemas de vivienda y gentrificación también están en el centro del debate público?

Ahora los propietarios deberán pedir el permiso de sus vecinos en España

La modificación establece que no podrá destinarse una vivienda a uso vacacional sin el consentimiento expreso de la comunidad, que debe aprobarlo con una mayoría cualificada de tres quintas partes de propietarios.

La normativa también permite que las comunidades impongan cuotas de hasta un 20% más a los pisos turísticos para cubrir el mayor desgaste de las zonas comunes.

Además, se creó una Ventanilla Única Digital de Arrendamientos que centralizará y verificará todos los alquileres temporales para combatir el fraude.

Esta reforma surge en respuesta a una crisis habitacional donde muchos jóvenes al llegar a los treinta siguen viviendo con sus padres, no por falta de ganas, sino porque comprar o alquilar una vivienda se convirtió en un lujo fuera de su alcance.

Impacto en el mercado inmobiliario y la industria turística

La medida española podría tener efectos profundos tanto en el sector inmobiliario como en el turístico. Por un lado, se espera que aumente la oferta de viviendas para alquiler residencial, lo que teóricamente debería ejercer presión a la baja sobre los precios.

Por otro lado, la reducción de alojamientos turísticos podría encarecer este tipo de hospedaje y cambiar los patrones de turismo hacia hoteles tradicionales.

Para los propietarios que dependían de los ingresos por alquiler turístico, esta normativa representa un cambio significativo en su modelo de negocio.

Muchos deberán renegociar con sus comunidades de vecinos o buscar alternativas en el mercado de alquiler tradicional. Las comunidades de vecinos, por su parte, adquieren una responsabilidad y un poder de decisión sin precedentes sobre el uso de los inmuebles en sus edificios.

¿Podría México adoptar una medida similar?

México enfrenta desafíos similares a los de España en materia de vivienda, especialmente en destinos turísticos como la Riviera Maya, Puerto Vallarta o la Ciudad de México. La gentrificación acelerada por plataformas como Airbnb desplazó a residentes locales y encarecido el acceso a la vivienda en muchas zonas urbanas.

El marco legal, sin embargo, presenta diferencias significativas. El régimen de propiedad en condominio en México se rige por la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles, que varía según cada estado. Para implementar una medida similar a la española, sería necesario reformar estas leyes estatales y posiblemente crear un marco federal que armonice las regulaciones.

México también cuenta con una fuerte dependencia del turismo como motor económico, lo que podría generar resistencia por parte del sector empresarial.

Sin embargo, ciudades como la Ciudad de México ya comenzaron a implementar regulaciones más estrictas para los alquileres de corta duración, estableciendo límites en ciertas zonas y requiriendo registros especiales.