En esta noticia

Marco Rubio, responsable de la política exterior de Estados Unidos, vistió a México para frenar el tráfico del fentanilo. La gestión americana busca cerrar con Claudia Sheinbaum un nuevo acuerdo de seguridad, aunque lo hace bajo presión de desatar una guerra comercial utilizando los aranceles como principal arma.

Diversos especialistas en relaciones internacionales y seguridad coinciden en que Washington pretende marcar el ritmo de las negociaciones. En este contexto, Sheinbaum reiteró que cualquier entendimiento debe basarse en "responsabilidad compartida, respeto a la soberanía y cooperación sin subordinación".

Pese a ello, Trump insistió en ofrecer el envío de tropas para combatir a los carteles y, en febrero pasado, su gobierno catalogó a varias organizaciones criminales mexicanas y latinoamericanas como grupos terroristas.

Repercusiones del acuerdo entre USA y México

Según Raúl Benítez Manaut, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la estrategia actual de Washington mezcla temas que antes se negociaban por separado -seguridad, migración y economía-, algo inédito en los últimos treinta años.

Trump utiliza los aranceles como herramienta de presión desde su regreso a la presidencia en enero de 2025. Aunque México logró aplazar una segunda amenaza en agosto, la advertencia persiste: "El Gobierno aún no detuvo a los carteles que intentan hacer de toda Norteamérica un terreno de juego del narcotráfico".

Benítez advierte que la visita de Rubio está condicionada por la política interna hacia los mexicanos en USA, directamente vinculada a la cooperación de México en la lucha antidrogas.

Si no hay resultados, Washington endurecería su postura con nuevos aranceles o incluso con una renegociación del tratado comercial.

El objetivo de fondo sería lograr un acuerdo de cooperación militar que permita a EE.UU. operar de manera directa en territorio mexicano.

¿En qué situación está la relación entre Donald Trump y Claudia Sheinbaum?

Aunque la gestión de Andrés Manuel López Obrador estuvo marcada por tensiones con la DEA, la llegada de Claudia Sheinbaum y de su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, parecía augurar una relación más fluida.

Con Trump de vuelta en la Casa Blanca, los operativos contra laboratorios y precursores de fentanilo se intensificaron. De hecho, México extraditó a 55 narcotraficantes, incluido Rafael Caro Quintero, figura emblemática para Estados Unidos.

El académico Erubiel Tirado considera que esta dinámica refleja una mayor alineación del territorio mexicano con los intereses de seguridad de su vecino.