

El equilibrio entre la vida laboral y personal ha vuelto a tomar protagonismo en la Cámara de Diputados con una iniciativa que busca transformar el calendario de descanso en México. El proyecto propone una reforma al artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) para ampliar de 9 a 15 los días de descanso obligatorio, además de añadir tres nuevos fines de semana largos.
Esta propuesta surge en un contexto donde México es identificado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como uno de los países con menos días festivos pagados en la región.
Actualmente, la LFT contempla un esquema limitado que incluye fechas inamovibles como el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre, junto con algunos lunes festivos. La reforma, impulsada ante la necesidad de combatir el estrés laboral y el burnout, busca actualizar una lista que ha permanecido casi estática mientras otros países de América Latina ya ofrecen entre 13 y 14 feriados anuales.

De aprobarse, la medida entraría en vigor el 1 de enero del año siguiente a su publicación en el Diario Oficial de la Federación. El argumento central del legislador Emilio Suárez Licona (PRI) sostiene que disponer de más pausas formales fortalece las relaciones afectivas y alivia la sobrecarga de cuidados familiares.
Según el documento presentado, las jornadas laborales extensas sin descansos adecuados reducen la productividad y aumentan el ausentismo. Por ello, la reforma no solo es vista como un beneficio para el empleado, sino como una estrategia para aumentar la satisfacción laboral y la retención de talento en las empresas.
Los nuevos días festivos: ¿qué fechas se sumarían al calendario?
La iniciativa plantea la incorporación de seis fechas adicionales que celebrarían la identidad nacional y la diversidad cultural. Entre los nuevos días de descanso se encuentran:
- 24 de febrero, Día de la Bandera
- 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer
- Segundo lunes de mayo, en conmemoración del 5 de mayo (Batalla de Puebla)
- Cuarto lunes de junio, en conmemoración del 30 de junio, Día de la Dignidad de los Pueblos Originarios
- Segundo lunes de octubre, por el 12 de octubre, Día de la Nación Pluricultural
- 12 de diciembre, Día del orgullo mestizo y la mexicanidad
Además de estos días individuales, la reforma busca establecer tres nuevos “puentes” o fines de semana largos en los meses de mayo, junio y octubre.
Aunque esta es la novena propuesta similar en la actual legislatura, el tema ha cobrado una relevancia inédita debido a la creciente preocupación por la salud mental en el trabajo. Intentos previos sugerían incluir el Jueves y Viernes Santo o el Día de Muertos, pero ninguna ha llegado a dictaminarse. Esta nueva propuesta busca unificar los criterios internacionales para que México deje de competir en el sótano de los países con menos tiempo libre legalmente reconocido.
Cuál es el impacto económico y social de la reforma al artículo 74 de la LFT
La implementación de esta reforma significaría un cambio significativo para los empleadores, quienes deberán ajustar sus cronogramas operativos y costos de nómina, dado que estos días son de descanso remunerado. No obstante, los defensores de la ley aseguran que la inversión en descanso se recupera con creces mediante la reducción de licencias médicas y la mejora del clima organizacional. La armonización con estándares internacionales posicionaría a México como un país con políticas laborales modernas y humanas.
El camino legislativo aún requiere la dictaminación en comisiones, la votación en el pleno de la Cámara de Diputados y la revisión en el Senado. De concretarse este avance, el 2025 o 2026 podría iniciar con un calendario mucho más generoso para la convivencia familiar. Mientras tanto, la discusión pública se mantiene activa, evaluando si este es finalmente el momento en que México priorizará el derecho al tiempo libre como un motor de desarrollo social y económico.















