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Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Basilea ha revelado un descubrimiento prometedor en la lucha contra el cáncer: las anomalías metabólicas en las células tumorales podrían servir como un punto de partida crucial para el diseño de nuevas estrategias de inmunoterapia.

Este fenómeno, conocido como "turbometabolismo", se manifiesta a través de marcadores distintivos en la superficie celular de los tumores.

Estos marcadores pueden ser identificados por células del sistema inmunitario, lo que sugiere la posibilidad de dirigir terapias específicas hacia estas células alteradas.

El sistema inmunitario desenmascara a las células cancerosas

A través de un artículo publicado en Science Immunology, científicos de la Universidad de Basilea han revelado el mecanismo mediante el cual las células del sistema inmunitario identifican y responden a las células cancerosas.

Este proceso se basa en la detección de una molécula específica presente en la superficie de las células tumorales.

Las células cancerosas producen un tipo particular de molécula que actúa como marcador distintivo. Estas moléculas son fragmentos modificados químicamente de ADN y ARN.

Según explicó Gennaro De Libero, autor principal del estudio, esta molécula desempeña un papel crucial en el reconocimiento de las células degeneradas por parte de las células T del sistema inmunitario.

Los linfocitos MR1T son una población diversa de células T policlonales que identifican antígenos presentados por la molécula principal, que guarda similitud con el complejo de histocompatibilidad MR1.

La habilidad de las células MR1T para identificar las modificaciones en el metabolismo de las células objetivo implica que el sistema inmunitario emplea esta táctica para reconocer los cambios relacionados con infecciones.

Descifrando el código de la respuesta inmune contra el cáncer

Después de identificar una serie de metabolitos que desencadenan una respuesta por parte de las células MR1T, los científicos están avanzando hacia una etapa fundamental.

Los científicos se enfocarán en comprender la manera en que estos metabolitos particulares se vinculan a las células MR1T, iniciando un conjunto de señales que conducen a la activación de las células T citotóxicas.

Este estudio profundizará en la estructura y configuración tridimensional de las moléculas implicadas, revelando los puntos exactos de interacción y la dinámica de unión.

De este modo, estarán habilitados para desarrollar nuevas terapias contra el cáncer. Esto podría implicar la modificación de la estructura de los metabolitos para mejorar su afinidad por las células MR1T, o la formulación de fármacos que amplifiquen la señalización intracelular y la activación de las células T.