

La presidenta de Petrobras, Graça Foster, dijo hoy en una audiencia en el Senado brasileño que la petrolera estatal llamará a la licitación para explotar las reservas descubiertas en el presal, a pesar del escándalo que provocó en Brasil la difusión de los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad de Estados Unidos.
Foster aseguró al respecto que hasta ahora no encontraron ninguna evidencia de violación de los sistemas informáticos de la empresa y agregó que los datos intercambiados entre la Petrobras y la Agencia Nacional de Petróleo pasan por sistemas cerrados a los que no se puede acceder por Internet, y que el banco de datos de la compañía está protegido por criptografía y otros sistemas de seguridad.
La funcionario indicó que la licitación se realizará de todas formas porque la petrolera estatal es incapaz de pagar en solitario por los derechos para explotar las gigantescas reservas descubiertas en el presal y que por eso necesita asociarse a otras empresas.
“Para Petrobras el 100 % (de la explotación) es posible desde el punto de vista técnico y operacional, pero no desde el punto de vista financiero”, afirmó Foster en la audiencia en el Senado, al justificar la necesidad de asociarse a otras empresas.
“La compañía tiene en caja lo suficiente para cumplir sus obligaciones (30 % del consorcio), pero no puedo hablar de cuánto por ciento a más aspiramos a tener porque se trata de una estrategia para la subasta”, agregó.
La Agencia Nacional de Petróleo (ANP) subastará el 21 de octubre los derechos sobre Libra, la primera de las áreas que será explotada en el presal, un horizonte de exploración en aguas muy profundas del océano Atlántico ubicado por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y con reservas suficientes para convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de crudo.
Según las normas de la subasta, los derechos sobre Libra serán adjudicados al consorcio que se comprometa a concederle la mayor participación al Estado brasileño en los hidrocarburos que sean extraídos y que pague los 15.000 millones de reales (unos 6.520 millones de dólares) por la licencia.
El operador de todas las áreas del presal será Petrobras, que tendrá una participación de al menos un 30 % en cualquier consorcio.













