

Una comisión de senadores italianos votó hoy a favor de expulsar a Silvio Berlusconi del Senado por su condena a prisión por fraude fiscal, una resolución que abre la puerta a una decisión definitiva a fin de mes que podría sellar el futuro político del ahora debilitado Berlusconi, de 77 años.
Tras la resolución mayoritaria de la Junta de Elecciones e Inmunidad, que votó a puertas cerradas, el presidente de esa comisión, Dario Stefano, dijo a la prensa que la decisión se adoptó en un “clima de absoluta concentración”, aunque no precisó el número de senadores que votaron a favor y en contra.
Stefano expresó que se mantuvo “un sincero debate entre las distintas tesis” y explicó que ahora redactará la justificación de la decisión que será presentada al presidente del Senado, Pietro Grasso, para que se fije la fecha del voto en el pleno.
La decisión se tomó tras la audiencia pública celebrada hoy en el Senado, adonde Berlusconi podía acudir para defenderse pero no lo hizo por considerar que la sentencia del caso Mediaset, por el que se le condenó el pasado 1 de agosto, es injusta, pues asegura que no existen pruebas de que cometiera ningún delito.
“No hay posibilidad de ninguna defensa y no hay razón para aparecer ante un cuerpo que ya anunció qué decisión va a tomar a través de la prensa”, dijo hoy el magnate de los medios en un comunicado emitido por sus abogados.
El pasado 18 de septiembre, la Junta para las Elecciones y la Inmunidad del Senado ya rechazó el planteamiento de legitimidad del escaño de ‘il Cavaliere‘ que había expuesto el partido de Berlusconi, el conservador Pueblo de la Libertad (PDL), permitiendo que prosiguiera el proceso.
El PDL había pedido entre otras cosas que se detuviera este proceso y se pidiera un dictamen sobre la ley Severino al Tribunal Constitucional italiano y/o a la Corte de Justicia de la Unión Europea de Luxemburgo, para que, en el caso de esta última, se decida si la norma contraviene o no el derecho comunitario.
El pleno del Senado debe decidir ahora si ratifica la decisión de la Junta de aplicar a Berlusconi una ley aprobada en diciembre pasado que establece la imposibilidad de concurrir a elecciones o la expulsión del Parlamento de personas condenadas en firme a penas superiores a dos años de cárcel.
En agosto pasado, el Tribunal Supremo de Italia ratificó una condena de cuatro años de prisión contra Berlusconi por fraude fiscal relativo al caso Mediaset, por el nombre de su grupo mediático.
En este caso se juzgó la compraventa de derechos de transmisión de películas estadounidenses por valor de 470 millones de euros por parte del grupo audiovisual de Berlusconi entre 1994 y 1999 con un aumento artificial del precio para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.
Berlusconi se enfrenta también a una prohibición de ejercer cargos públicos debido a su condena, que le fue ratificada en agosto, pero la duración de dicha medida todavía está siendo estudiada por los tribunales.
El ex primer ministro amenazó la semana pasada con hacer caer a la coalición de gobierno de Enrico Letta, en un intento desesperado por evitar el proceso de desafuero y mantener su asiento en el Senado.
Sin embargo, varios legisladores de su partido, Pueblo de la Libertad (PDL), le dieron la espalda y apoyaron a Letta en una votación de confianza en ambas cámaras, en un humillante golpe a la autoridad a un político que antes tenía la absoluta lealtad de sus filas.










