

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, decidió convocar a elecciones anticipadas en marzo o abril de 2015, estimó la prensa israelí, que informa de una crisis de gobierno debido al enfrentamiento entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Finanzas Yair Lapid.
"No toleraré ninguna oposición en mi gobierno", declaró Netanyahu tras echar al ministro de Finanzas, Yair Lapid y a la ministra de Justicia, Tzipi Livni, y anunciar que pedirá la disolución del parlamento "lo antes posible".
Un proyecto de ley de disolución del parlamento que será presentado por la oposición de izquierda, podría recibir el apoyo de una parte de la actual mayoría, en particular del Likud, partido de Netanyahu.
El Ejecutivo israelí está dividido en una serie de temas, incluido el presupuesto para 2015, la política hacia los palestinos y una ley sobre el estado judío criticada por quienes piensan que discrimina a la minoría árabe israelí, entre otras cuestiones.
Estas divisiones provocaron especulaciones sobre la posibilidad de que Netanyahu adelantara las elecciones, que estaban previstas para 2017.
La crisis en la coalición gubernamental estalló cuando el ministro de Finanzas, Yair Lapid, jefe del partido de centro derecha Yesh Atid, rechazó cinco exigencias del primer ministro relativas a la economía y a Jerusalén Este.
Netanyahu exigió en particular la suspensión de un proyecto de ley de Lapid tendiente a eliminar el IVA para la compra de viviendas.
Además exigió un aumento de u$s 1.500 millones el presupuesto de la defensa para cubrir los gastos de la última guerra de Gaza.
Netanyahu conminó además a Lapid a que cese las críticas contra la construcción de viviendas israelíes en Jerusalén Este, la parte árabe de la Ciudad Santa anexada por Israel.
Por último, el primer ministro exigió que Lapid apoye un polémico proyecto de ley que define a Israel como el "estado nacional del pueblo judío", al que también se opone la ministra de Justicia Tzipi Livni, jefa del partido centrista HaTnuha.













