

La popularidad de la presidenta Dilma Rousseff cayó abruptamente en el inicio de su segundo mandato, según la encuesta de Datafolha publicada hoy en el diario Folha de S.Paulo.
Un 62% de los entrevistados consideraron malo o pésimo su gobierno. En febrero, esa evaluación había sido de 44%, lo que indica que la impopularidad aumentó 18 puntos.
El sondeo divulgado hoy fue realizado entre el 16 y el 17 de marzo. Un 13% evaluó el desempeño del gobierno como óptimo o bueno (eran 23% en el relevamiento de febrero), y cayó de 33% a 24% la calificación de regular en ese período.
El diario informó que se trata del mayor nivel de impopularidad registrado por un presidente, en la encuesta Datafolha, desde Fernando Collor de Mello en septiembre de 1992, tras lo cual fue objeto de un proceso de impeachment y dejaría el gobierno. En esa época, lo que calificaban la gestión de Collor de Melo como mala o pésima sumaban 68%.
La encuesta consultó 2.842 personas, en 172 municipios, después de las protestas del domingo. El margen de error del trabajo es de 2 puntos porcentuales.
El relevamiento mostró el deterioro de la popularidad de Dilma en todos los segmentos sociales y en todas las regiones del país. Las tasas más altas de rechazo de la presidenta surgieron de las regiones centro-oeste (75%) y sudeste (66%), en los municipios con más de 200.000 habitantes (66%), entre los electores con escolaridad mediana (66%) y en el grupo de los que tienen una renta mensual familiar de entre dos y cinco salarios mínimos (66%).
La tasa más alta de aprobación se registró en la región norte, con 21%. En el nordeste, 16% de sus habitantes aprueban el gobierno de Dilma.













