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Los estadounidenses Joel Mokyr y Peter Howitt, y el británico Philippe Aghion, obtuvieron este lunes el Premio Nobel de Economía 2025.

Los tresespecialistas obtuvieron el galardón, que otorga el Riksbank (Banco Central de Suecia), por sus aportes sobre el progreso tecnológico y la destrucción creativa como motores del desarrollo económico sostenido.

"Durante los últimos dos siglos, por primera vez en la historia, el mundo ha experimentado un crecimiento económico sostenido. Esto ha sacado a un gran número de personas de la pobreza y ha sentado las bases de nuestra prosperidad", publicó la cuenta oficial del Premio Nobel en X.

Y agregó: "Los galardonados este año en ciencias económicas, Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, explican cómo la innovación impulsa un mayor progreso".

Joel Mokyr, de la Universidad Northwestern (EEUU), y Philippe Aghion, del Collège de France, INSEAD y la London School of Economics, y Peter Howitt, de la Universidad Brown (EEUU), fueron galardonados "por haber explicado el crecimiento económico impulsado por la innovación", anunció la academia.

Mokyr recibirá la mitad del premio de 11 millones de coronas suecas "por haber identificado los requisitos previos para el crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico", mientras que Aghion y Howitt compartirán la otra mitad "por la teoría del crecimiento sostenido a través de la destrucción creativa".

Progreso continuo y destrucción creativa

El trabajo de los ganadores se pregunta por qué en los últimos dos siglos el mundo ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes, cuando durante la mayor parte de la historia humana la norma fue el estancamiento.

Durante siglos, los niveles de vida apenas cambiaban de una generación a otra, a pesar de importantes descubrimientos ocasionales. Estos avances a veces mejoraban la calidad de vida, pero el crecimiento siempre terminaba estancándose.

Según señalan, eso cambió con la Revolución Industrial hace poco más de dos siglos. A partir de Gran Bretaña, y luego extendiéndose a otros países, la innovación tecnológica y el progreso científico comenzaron a alimentarse mutuamente en un ciclo interminable, generando un crecimiento sostenido y notablemente estable.

Mokyr, nacido en Países Bajos, utilizó fuentes históricas para descubrir las causas de este cambio fundamental. Demostró que para que las innovaciones se sucedan en un proceso autogenerado, no solo es necesario saber que algo funciona, sino también contar con explicaciones científicas de por qué funciona.

Según el historiador económico, antes de la Revolución Industrial la innovación tecnológica se basaba principalmente en conocimiento práctico sin fundamento científico. La gente sabía que algo funcionaba, pero no por qué. Este conocimiento científico limitado dificultaba, incluso imposibilitaba, construir sobre los descubrimientos existentes.

La Revolución Científica de los siglos XVI y XVII mejoró la conexión entre el conocimiento científico y el práctico, facilitando la acumulación de conocimiento útil que podía aplicarse en la producción de bienes y servicios.

Mokyr también enfatizó la importancia de que la sociedad sea abierta a nuevas ideas y permita el cambio. Demostró que el crecimiento sostenido comenzó en Gran Bretaña en parte porque allí había muchos artesanos e ingenieros capacitados que podían transformar ideas en productos comerciales, y porque las instituciones británicas no permitían que los grupos privilegiados bloquearan fácilmente los cambios.

Philippe Aghion, nacido en 1956 en París, y Peter Howitt, nacido en 1946 en Canadá, abordaron las mismas preguntas desde una perspectiva diferente. En un artículo conjunto de 1992, construyeron un modelo matemático de lo que se conoce como destrucción creativa: cuando un producto nuevo y mejor entra al mercado, las empresas que venden los productos anteriores pierden terreno.

La innovación es creativa porque construye sobre ideas nuevas, pero también es destructiva porque las empresas cuya tecnología queda obsoleta son desplazadas del mercado. Este proceso ha cambiado fundamentalmente las sociedades durante los últimos dos siglos.

El modelo de Aghion y Howitt fue pionero porque analizó la economía como un todo interconectado, considerando cómo la producción, la investigación y desarrollo, los mercados financieros y el ahorro de los hogares están vinculados y no pueden analizarse de forma aislada.

Su teoría muestra que las empresas invierten en investigación y desarrollo porque pueden obtener ganancias temporales como líderes del mercado. Sin embargo, esto crea incentivos para que otras empresas mejoren aún más el producto o método de producción. Este ciclo continuo impulsa el crecimiento económico.

El Nobel más nuevo

El Premio Nobel de Economía no forma parte del legado de Alfred Nobel, puesto que fue establecido en 1968 por el Riksbanken, el banco central sueco, coincidiendi con el 300 aniversario de la entidad. Sin embargo, el galardón es otorgado por la Real Academia Sueca de las Ciencias.

Desde su creación, el galardón fue otorgado en 57 ocasiones a 99 economistas entre 1969 y 2025.

Entre los galardonados en el pasado figuran pensadores tan influyentes como Milton Friedman, John Nash -interpretado por el actor Russell Crowe en la película de 2001 "Una mente brillante"- y, más recientemente, el expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke.

En 2023, la historiadora económica de Harvard, Claudia Goldin, ganó el premio por su trabajo sobre las causas de la desigualdad salarial y laboral entre hombres y mujeres.

En tanto, el premio del año pasado recayó en tres economistas -Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson- quienes estudiaron por qué algunos países son ricos y otros pobres y han documentado que las sociedades más libres y abiertas tienen mayores probabilidades de prosperar.