BRASILIA – El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, opositor del gobierno de Dilma Rousseff, fue denunciado ante el Supremo Tribunal Federal (STF) por corrupción pasiva y lavado de dinero, en el marco de la investigación de un esquema de soborno en la estatal Petrobras.

En la denuncia de 85 páginas el Procurador general de la República, Rodrigo Janot, dijo que Cunha recibió al menos u$s 5 millones en coimas, desde 2006 a 2012, para facilitar la contratación de dos navíos sondas de Petrobras. El pago se camuflaba a través de cuentas offshore, empresas de fachada, simulación de contratos de servicios y donaciones falsas a una iglesia.

Janot, a quien Dilma ratificó en el cargo recientemente, presentó otra denuncia contra el senador y ex presidente Fernando Collor de Mello, el ex ministro Pedro Paulo Leoni Ramos y otros tres acusados, pero la petición está bajo sigilo por contener trechos de delaciones premiadas en secreto de justicia.

Es la primera vez que políticos con fueros privilegiados en el STF son denunciados en el marco de la Operación Lava-Jato.

En la denuncia contra Cunha y otro diputado, Janot pidió la devolución de u$s 80 millones a las arcas públicas, la mitad como restitución de coimas y el resto como reparación a Petrobras. Y solicitó una pena que llegaría a los 184 años de prisión para Cunha, un evangélico del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) --aliado del gobierno-- pero que se pasó a las filas de la oposición cuando salió a la luz que sería denunciado por el caso Petrobras.

El STF deberá decidir ahora si acepta o no la denuncia para abrir una acción penal contra Cunha. Por ser presidente de Diputados, tendrá que ser juzgado en el plenario del máximo tribunal.

La denuncia detalla que Cunha solicitó u$s 40 millones en sobornos para viabilizar la contratación de dos navíos sondas Petrobras 10000 y Vitoria 10000 con el astillero Samsung Heavy Industries, para la perforación en aguas profundas en África y el Golfo de México. Según Janot, Cunha fue el “socio oculto” de Fernando Soares, apuntado como operador del PMDB en la Dirección Internacional de Petrobras, que actuaba como intermediario en nombre del diputado. El lobista Julio Camargo, que actuaba a favor de Samsung Heavy Industries y Mitsui, habría cobrado la coima.

Fue Camargo quien narró el esquema en una delación premiada con el Ministerio Público, para favorecer su situación en la justicia.