El Departamento de Defensa en Washington confirmó hoy ataques aéreos de fuerzas estadounidenses en la frontera entre Siria e Irak, contra infraestructuras utilizadas por las milicias apoyadas por Irán.

Según el portavoz del Pentágono, John Kirby, los ataques fueron porque "estas instalaciones son utilizadas por milicias respaldadas por Irán que tenían planeado ataques contra personal e instalaciones estadounidenses en Irak".

El ataque "bajo la dirección del presidente", Joe Biden, destruyó "instalaciones operativas y de almacenamiento de armas en dos lugares en Siria y un lugar en Irak, ambos cerca de la frontera entre esos países" que "eran utilizadas por milicias como Kataeb Hezbolá y Kait'ib Sayyid al-Shuhada (KSS), también conocida como Batallón Sayyid de los Mártires.

"Dada la serie de ataques en curso de grupos respaldados por Irán contra los intereses estadounidenses en Irak, el presidente dirigió nuevas acciones militares para interrumpir y disuadir tales ataques", dijo Kirby y calificó esta medida como "necesaria, apropiada y deliberada para limitar el riesgo de escalada" así como para "enviar un mensaje disuasorio, claro e inequívoco".

Asimismo, justificó que Estados Unidos actuó "de conformidad con su derecho a la legítima defensa" y recalcó que este ataque tuvo "un alcance limitidado".

"Estamos en Irak por invitación del Gobierno de Irak con el único propósito de ayudar a las fuerzas militares iraquíes en sus esfuerzos para derrotar a Estado Islámico", ha zanjado.

Se trata de un nuevo ataque militar en el extranjero autorizado por Biden después de que en febrero de este año, autorizase por primera vez un bombardeo en el este de Siria, en el que al menos 22 supuestos milicianos progubernamentales apoyados por Irán murieron, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

La relación entre Estados Unidos e Irán atraviesa una etapa crítica, ante una posible negociación de vuelta al pacto nuclear, que Estados Unidos abandonó unilateralmente en 2018 bajo la Administración de Donald Trump, y en el contexto del creciente miedo de las naciones occidentales de las capacidades de Irán para producir armas nucleares.