

Ayer se divulgó un sondeo de intención de voto para ITV que por primera vez arrojó casi un empate entre el partido conservador de Theresa May y el laborista de James Corbyn, eliminando la ventaja de 20 puntos porcentuales de que gozaba May cuando convocó estas elecciones anticipadas el 18 de abril.
La encuesta da a los "tories" un apoyo del 41,5% y un 40,4% a los laboristas, seguidos por los liberaldemócratas con un 6% y el partido populista de derechas UKIP, con el 3%.
Según el programa electoral de May, el Partido Conservador no se plantea abandonar la Convención Europea de DDHH mientras dure el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero prevé "considerar un marco legal propio de DDHH una vez concluya el proceso" del Brexit.
La primera ministra británica se manifestó dispuesta a cambiar las leyes que protegen "los derechos humanos" en caso de que eso contribuya a combatir el terrorismo.
En un acto de campaña antes de las elecciones generales británicas que se celebrarán mañana, May defendió la necesidad de "hacer más para restringir la libertad y los movimientos de sospechosos de terrorismo cuando haya pruebas suficientes para saber que suponen una amenaza".
El sábado pasado, un atentado de la agrupación yihadista ISIS en Londres dejó siete víctimas fatales y 48 heridos.
La policía británica identificó el martes al tercer autor del atentado suicida, el italiano de ascendencia marroquí Youssef Zaghba, de 22 años.
"Si nuestras leyes de derechos humanos nos lo impiden, cambiaremos las leyes para poder hacerlo. Si soy elegida primera ministra el jueves, ese trabajo comenzará el viernes", indicó.













