La carrera electoral en Brasil llegó a su fin. Los colegios electorales cerraron y la presidenta Dilma Rousseff y el opositor Aécio Neves esperan junto a sus asesores los primeros resultados que serán difundidos a a partir de las 20 horas (19 hora argentina).

Desde el oficialista Partido de los Trabajadores se muestran confiados pese a que las encuestadoras mantuvieron el suspenso hasta último momento y auguraban un final cerrado. Es por eso que mientras el Tribunal Superior de Justicia hace su tarea, los militantes rojos preparan un acto en Avenida Paulista, pleno centro de San Pablo, tras los resultados.

Por lo pronto, según pudo saber Cronista.com, habrá intervenciones artísticas y no se descarta la presencia de fuertes referentes del PT.

En caso de que Dilma no sea reelecta, el mensaje es el mismo: mostrarse fuerte en el mayor Estado electoral de Brasil y de primacía tucana en donde Aécio Neves es el gran favorito.

En tanto, en las calles paulistas la jornada electoral se desarrolló con suma tranquilidad. Desde muy temprano millones de brasilenos se desplazaron por todo el Estado para ejercer su derecho a voto. En algunos colegios de la zona céntrica paulista, los seguidores de Aécio ingresaron con la revista Veja en sus manos, la publicación opositora que realizó una investigación sobre el caso de corrupción en Petrobras y que implicó al gobierno.

Además, varios simpatizantes de cada partido lucieron en sus remeras sitckers con el slogan de sus candidatos preferidos pero no hubo manifestaciones populares. No faltaron las selfies a la salida de los colegios y en las calles se escucharon cantos en apoyo a Dilma o Aécio. Sin embargo, la cautela de ambos bandos fue lo que dominó la escena en lo que fueron los comicios más renidos desde el regreso de la democracia en en 1989.