

La presidenta de Brasil y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, consideró un intento de "golpe" el uso político por parte de su rival en el próximo ballotage, Aecio Neves, de las denuncias de corrupción que involucran a Petrobras y al partido de gobierno.
Rousseff y el socialdemócrata Aécio Neves (PSDB) se enfrentarán el 26 de octubre. Recientes sondeos dan a Neves el triunfo 46%-44%, aunque se trata de un empate técnico debido al margen de error de dos puntos porcentuales.
En medio de la contienda electoral, medios brasileños divulgaron en los últimos días parte del testimonio del exdirector de Petrobras entre 2004-2012, Paulo Roberto Costa, en prisión domiciliaria por integrar una red de lavado de dinero.
Costa denunció la existencia de un esquema de corrupción en la compañía estatal, y aseguró que hasta un 3% del valor de varios contratos fue destinado al gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) y a sus aliados, dinero que habría sido usado en la campaña electoral del 2010.
Para Neves, ocurrió un "asalto a la mayor empresa brasileña en las barbas del gobierno, sin que el gobierno reaccione". Rousseff dijo que sus rivales del PSDB, que ya gobernaron el país con Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), están haciendo uso electoral del tema.
"Ellos (PSDB) jamás investigaron, jamás sancionaron, jamás intentaron acabar con ese crimen horrible, que es el crimen de la corrupción. Ahora, en la víspera electoral, siempre quieren dar un golpe. Están dando un golpe y con él, no estamos de acuerdo", aseguró Rousseff durante un acto de campaña en Rio Grande do Sul.













