El debate sobre la edad para jubilarse atraviesa a la Unión Europea (UE) y ahora también a Rusia, donde el presidente Vladimir Putin hizo una inédita aparición televisiva para defender la "necesidad" de la reforma del sistema de pensiones.

Desde que accedió al poder en el año 2000, Putin sólo transmitió mensajes al pueblo ruso por televisión una decena de veces.

El presidente sostuvo que el desarrollo demográfico y el mercado laboral de Rusia "muestran que ya no se puede esperar más" y que si no se eleva la edad de jubilación, el sistema de pensiones se volverá insostenible y en los próximos 7 a 10 años no será posible indexar las pensiones según el coste de la vida, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.

Durante la campaña electoral que lo llevó a un nuevo mandato presidencial en marzo pasado, Putin evitó referirse a las jubilaciones; recién tras ser reelecto, abordó el tema en el inicio del Mundial de Fútbol. Desde entonces, los sondeos arrojan un 90% de rechazo de los rusos a este proyecto ejecutivo de reforma previsional que eleva a 65 años la edad jubilatoria de los hombres -actualmente de 60 años-. El detalle es que la esperanza de vida de los hombres rusos es de 66 años, según esgrime la oposición en el Parlamento.

Sin embargo, Putin presionará menos a las mujeres: mientras que en su proyecto quería elevar la edad jubilatoria femenina de los actuales 55 a 63 años, en su anuncio televisivo se mostró dispuesto a que sea de 60 años. "El trato de Rusia hacia las mujeres es especial, cuidadoso. Entendemos que no sólo trabajan en sus lugares de trabajo, sino que como regla general cargan con toda la casa, con el cuidado de la familia, la educación de los hijos y las preocupaciones por los nietos", argumentó.

Más allá de Rusia, y con las proyecciones de una mayor longevidad para las próximas décadas, la tendencia desde los gobiernos es a introducir cambios que retrasen cada vez más el final de la vida laboral, lo cual está generando resistencias de la población, indistintamente del país.

"La gran noticia es que viviremos más", sostuvo en febrero David Carrasco, director de Instituto BBVA de Pensiones, al señalar que "la esperanza de vida se ha duplicado en poco más de 100 años. Es una gran noticia, pero tiene implicaciones presentes y futuras a nivel global". Puntualmente: cómo financiar el aumento de jubilados, su mayor longevidad, y la simultánea reducción de empleados que con sus aportes, sostienen decisivamente el sistema previsional.

La edad de jubilación promedio de los ciudadanos de la UE es de 63,4 años y siguen cobrando pensiones estatales pero en montos diversos; desde 1500 euros en Suecia a 400 euros en Portugal. En España en el 2016, la edad media de jubilación era de 64,1 años y la pensión media de 1077,5 euros brutos mensuales, por catorce pagos. Según el Reporte de Envejecimiento de la Comisión Europea, en España se pagarán 15,1 millones de pensiones en el año 2050, frente a las 9,4 millones que se pagan actualmente (incluyendo jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares).

A fin de junio, tras el cambio de signo político en los gobiernos de Italia y España, el Banco Central Europeo (BCE) alertó sobre el riesgo de que se retroceda en las reformas del sistema de pensiones en ambos países. "A medio y largo plazo, las proyecciones indican que los costes asociados al envejecimiento representarán un reto para la sostenibilidad fiscal, y es previsible que surjan riesgos al alza adicionales si se revierten las reformas acometidas anteriormente en los ámbitos de las pensiones, la atención sanitaria y los cuidados de larga duración", indicó el BCE.

Esta semana, la ministra española de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, aseguró que el sistema público de pensiones español "ha tenido pasado, tiene presente y va a tener un futuro halagüeño", en un intento por "transmitir confianza, esperanza en el sistema público de pensiones"

En Alemania, el Consejo de Ministros aprobó hoy un paquete de medidas para "garantizar una mayor seguridad a nivel social en Alemania para el futuro", y con el criterio de que el sistema público de pensiones "siga siendo el pilar fundamental" en la vejez.

El paquete que entrará en vigor en enero próximo garantiza hasta el 2025 el nivel actual de prestaciones tras 45 años de cotización e incluye mejoras para aquellas personas con menores aportes. De este modo, los pensionistas alemanes que hayan cumplido ese período de cotización podrán percibir hasta el 48% del salario medio, que actualmente está en alrededor de los 37.000 euros anuales. Contempla un reconocimiento adicional en materia contributiva al tiempo dedicado al cuidado de los niños para los padres con hijos nacidos antes de 1992, mejoras en las pensiones mínimas por incapacidad laboral y una reducción de las contribuciones para salarios bajos.