

Un tweet de una usuaria generó un revuelo. Pocas son las personas que leen exhaustivamente las etiquetas de los paquetes, pero algunas lo hacen y a veces se llevan algunas sorpresas.
Una consumidora compró un paquete de harina de trigo y encontró la leyenda "puede contener soja".
Enseguida publicó una foto en las redes y alertó a la comunidad, con una queja severa contra la industria cerealera, acusándolos de adulterar de manera "legal" los productos.

"Son tan miserables! Hecha la ley hecha la trampa! Empresarios argentinos! Harina de trigo mezclada con soja! En el país del trigo!", explotó en su cuenta de Twitter.
Las repercusiones no se hicieron esperar. Comentarios de todo tipo se multiplicaron y el texto se hizo tendencia.
Sin embargo, no todo es lo que parece. La explicación es bastante simple. La ley obliga a las empresas alimenticias a consignar en las etiquetas de sus productos si el contenido estuvo en contacto con algún "contaminante" y consignarlo si es así.
Sucede que los camiones que transportan el trigo, también transportan porotos de soja normalmente y es normal que se haya algunas "trazas" de soja en la harina que se produce en la molienda. Lo mismo sucede en los almacenes.
No necesariamente hay contaminación, y si la hay es en cantidades mínimas, es decir, unos pocos porotos de soja en toneladas de trigo. Pero sucede que esta oleaginosa puede ser alérgica para algunas personas. De allí, la advertencia.
El rótulo es una exigencia de la Anmat y del Ministerio de Salud para advertir a consumidores sobre potenciales alergias.













