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Con la llegada de Semana Santa, muchos ya están armando valijas en busca de un destino que combine naturaleza, calma y algo de historia. Mientras los clásicos se llenan de visitantes, hay joyitas escondidas en el mapa que ofrecen una experiencia totalmente distinta.
Entre ellas, La Carolina, un pequeño pueblo minero de San Luis, se posiciona como una de las escapadas más fascinantes y menos exploradas para este feriado extra largo.
Un viaje al pasado entre oro, montañas y calles detenidas en el tiempo
A unos 900 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, este rincón serrano parece resistirse al paso del tiempo. La Carolina está ubicada a los pies del Cerro Tomolasta, dentro del departamento Coronel Pringles. Su historia está marcada por la fiebre del oro, que dejó huellas visibles en sus túneles, casas de piedra y hasta en el alma tranquila de sus habitantes.
Con menos de 300 personas viviendo allí, el pueblo ofrece una combinación única de tranquilidad, aventura y cultura. Es una propuesta ideal para quienes buscan desconectarse de la ciudad y reconectar con la naturaleza, especialmente durante un fin de semana largo como el de Semana Santa.
¿Qué hacer en La Carolina durante el finde XXL?
Uno de los grandes atractivos del pueblo es la posibilidad de vivir la experiencia minera de cerca. Se puede participar de visitas guiadas por antiguas galerías subterráneas, conocer cómo se extraía el oro en el pasado y hasta intentar un poco de "bateo" artesanal. La experiencia es tan educativa como entretenida.

A 20 kilómetros, la Gruta de Inti Huasi suma un toque de arqueología y misterio. Este refugio natural es uno de los sitios más antiguos del país con restos humanos y herramientas que datan de hace más de 8.000 años. Ideal para sumar una salida con contenido histórico y paisajístico en un solo paseo.
Para los amantes del aire libre, hay senderos de trekking al Cerro Tomolasta,paseos a caballo y pesca en el Río Grande. Las vistas panorámicas, los caminos sin asfalto y el silencio del lugar son parte de su encanto. Durante Semana Santa, el pueblo suele volverse peatonal, ideal para recorrerlo con calma entre puestos de artesanías, casas coloniales y sabores regionales.
¿Cómo llegar desde Buenos Aires?
El recorrido en auto desde la capital federal puede llevar unas diez horas, pero vale la pena. El trayecto incluye la Ruta Nacional 8 hasta Colón, luego se continúa por la Ruta 50, se conecta con la Ruta Nacional 7 y se finaliza por la Ruta Provincial 9 hasta llegar a destino. La travesía, lejos de ser una molestia, forma parte de la desconexión que muchos buscan.
Una escapada distinta para Semana Santa
En una época donde los viajeros buscan experiencias auténticas, La Carolina aparece como un destino perfecto: lejos del bullicio, con historia viva bajo la tierra, paisajes serranos y una paz que no se compra. Ideal para una pausa real, en un feriado que invita a reflexionar y reconectarse con lo esencial.













