

En los últimos años, la comunidad científica dirigió su atención hacia los agujeros negros, con el objetivo de dilucidar su origen y comportamiento.
En contraposición, basándose en los fundamentos de la teoría de relatividad general de Albert Einstein, y con un enfoque particular en resolver las ecuaciones gravitacionalespropuestas por el físico alemán, algunos investigadores teorizaron durante décadas sobre los agujeros blancos.

¿Qué son los agujeros blancos?
El término agujero blanco se construyó con el objetivo de establecer una solución a las ecuaciones del campo gravitatorio de Albert Einstein.
Consiste en una región finita del espacio-tiempo, con una densidad que deforma el espacio pero que, a diferencia del agujero negro, deja escapar materia y energía en lugar de absorberla.
De esta manera, se define como el reservo temporal de un agujero negro.

¿Por qué podrían existir los agujeros blancos?
Algunas hipótesis señalan que los agujeros blancos podría ser una especie de "salida" de los negros. Ambas estructuras estarían conectadas a través de un "agujero de gusano", que funcionaría como un puente entre espacio y tiempo.
El problema radica en que estos últimos y los segundos aún son estructuras meramente teóricas.
Además, existe otro obstáculo: en caso de existir, serían objetos muy inestables. Según los cálculos, estos podrían colapsar en poco tiempo, convirtiéndose en agujeros negros.
¿Por qué los agujeros blancos serían difíciles de detectar?
Los agujeros blancos representan un desafío para los científicos no sólo por sus propiedades teóricas, sino también por la ausencia de herramientas tecnológicas.
Los cálculos sugirieren que estos serían detectables a simple vista, pero que su emisión podría confundirse con otros fenómenos cósmicos.
No obstante, consideran que podrían tener algún tipo de impacto con las partículas de luz expulsadas, generando una explosión que los convertiría en agujeros negros.













