

En esta noticia
El nuevo objeto de deseo del hogar
En el ranking de proyectos que más se multiplican en el mercado inmobiliario, la piscina se consolidó como un diferencial que combina placer, confort y valor patrimonial. Ya no se trata solo de "tener pileta": hoy, los usuarios buscan espacios que dialoguen con la arquitectura de la casa, con bajo mantenimiento y un plus estético que los acompañe durante todo el año.
Construir una piscina es una decisión que implica inversión y planificación. Y, como toda obra, puede salir muy bien o transformarse en un dolor de cabeza si no se contemplan ciertos aspectos antes de empezar.
Estas son las seis claves que marcan tendencia y que conviene tener en el radar antes de dar el primer paso:
1. Elegir el lugar ideal

El primer acierto comienza con la ubicación. Una piscina situada en un sector con buena exposición solar, sobre todo por la tarde, permite alargar su uso y mantener el agua a una temperatura más agradable. También es fundamental pensar cómo se integra con el resto del jardín, la orientación de la casa y las condiciones del terreno. Una decisión estratégica en este punto evita problemas posteriores y multiplica el disfrute.
2. Diseño funcional y estética moderna

La tendencia que se impone son las líneas simples y rectas. Las formas depuradas no solo ofrecen una estética contemporánea, sino que resultan más fáciles de mantener y de adaptar a distintos espacios. El diseño dejó de ser un capricho: hoy es un factor clave para que la piscina se convierta en un valor agregado y no en un elemento aislado.
3. Iluminación: el plus que transforma

"Hoy, casi no construimos piletas sin iluminación". La frase resume un fenómeno: la luz ya no es un detalle accesorio, sino un recurso que extiende el uso de la piscina a la noche, genera ambientes más atractivos y realza la arquitectura exterior. Una buena planificación lumínica cambia por completo la experiencia.
4. Materiales y revestimientos: un balance crucial
La elección de los revestimientos incide en tres aspectos fundamentales: mantenimiento, durabilidad y estética. El mercado ofrece múltiples opciones, pero no todas responden igual al paso del tiempo ni al uso intensivo. Una buena inversión en este punto evita reparaciones costosas y asegura que el diseño conserve su atractivo.
5. Construcción segura y con respaldo

El éxito de una piscina depende, en gran medida, de quién la construya. Una empresa con trayectoria garantiza calidad de obra, cumplimiento de plazos y, sobre todo, respaldo ante imprevistos. No se trata solo de cavar un pozo y llenarlo de agua: hablamos de una estructura que debe ser confiable durante décadas.
6. Postventa como parte del servicio
El servicio no termina con la última baldosa. El mantenimiento, la asistencia técnica y la garantía de posventa son diferenciales que hoy valoran los usuarios. Empresas como Selvas Natatorios, con cobertura en Nordelta, Pilar, Escobar o San Miguel, suman este soporte como parte de la propuesta. Para el consumidor, esa continuidad es tan relevante como el diseño inicial o el presupuesto de obra.
Una inversión que trasciende el verano
Tener una piscina en casa ya no es solo una cuestión de recreación. Es un proyecto que revaloriza la propiedad, refuerza la vida social y se adapta a un estilo de vida donde el tiempo libre y el disfrute al aire libre ganan protagonismo.
Planificar con información y respaldo es el primer paso para transformar el sueño de la pileta propia en una inversión segura y duradera.








