

La cantidad de pasos que se deben realizar a diario para prevenir enfermedades y tener una vida saludable es discutido por especialistas de diferentes ramas como si se tratara de una ecuación mágica.
Los 10.000 pasos, repetidos hasta el cansancio por distintas campañas publicitarias, parecería no ser, necesariamente, la cifra de la felicidad.
De lo que no hay duda, está comprobado por estudios médicos y recomendado por la Organización Mundial de la Salud, es que caminar trae beneficios para la salud.
Realizar esta actividad ayuda a contrarrestar patologías como el colesterol alto, sobrepeso, problemas cardiovasculares, diabetes tipo 2 e impacta de manera positiva en la salud mental.
Si bien caminar puede ser el ejercicio más sencillo y accesible para la mayoría de las personas, siempre resulta necesario tener en cuenta las particularidades físicas de cada uno antes de comenzar cualquier actividad física, sobre todo si se arranca después de mucho tiempo de inactividad.

Lo que cada tanto entra en discusión es la cantidad de pasos diarios que hay que dar para que el ejercicio tenga el efecto indicado. El número sobre el que siempre se vuelve es al de los 10.000 pasos, que muchos especialistas los vienen recomendando desde hace décadas.
Caminar: ¿qué cantidad de pasos hay que hacer por día para que tenga efecto en nuestra salud?
La profesora de Fisiología del Ejercicio y la Salud de la Universidad de Hertfordshire, Reino Unido, Lindsay Bottoms explicó que ese número en realidad tiene origen en una estrategia publicitaria de 1965.
"El objetivo de 10.000 pasos por día parece haber surgido de un podómetro de nombre comercial vendido en 1965 por Yamasa Clock en Japón. Este dispositivo era el Manpo-kei y era anunciado como el medidor de los 10.000 pasos", explica la profesora en una entrevista publicada en el sitio Newsweek.
Para la especialista aquella publicidad su fue afianzado a lo largo del tiempo y la creencia de que sólo si realizamos 10.000 pasos al día mejorará nuestra salud se instaló definitivamente.
Bottoms afirma que cada persona tiene que fijarse objetivos realizables al comenzar una actividad física porque de lo contrario puede llegar a ser contraproducente. "Si la experiencia resulta desmoralizante, nadie querrá seguir con la actividad y se perderá la posibilidad de comenzar con el ejercicio", explica.

Caminar: no es solamente una cuestión de cantidad de pasos
La especialista prefiere enfocar el ejercicio de otra manera y si incluso una persona puede caminar 20.000 pasos por día porque su condición física se lo permite, ella no lo desaconseja. Pero siempre hay que adaptarse a las posibilidades propias.
"Las investigaciones han demostrado, en más de una ocasión, que el riesgo de mortalidad por todas las causas y de incidencia de enfermedades cardiovasculares no mejora aun después de aproximadamente 7.500 a 8.500 pasos".
"Ya se realizaron estudios que han demostrado que alrededor de 4.400 pasos pueden causar una reducción en la mortalidad en mujeres", explica Bottoms.

Ir agregando movimiento de manera natural a nuestra vida es la mejor forma de comenzar a realizar actividad física sin frustraciones. Para ello la profesora recomienda que si se viene de un largo periodo de actividad el primer paso es ir cambiando ciertos hábitos cotidianos, como por ejemplo:
- Si tenemos mascota, sacarla a dar un paseo.
- Hacer todo o parte del trayecto al trabajo caminando.
- Dejar el auto estacionado a algunas cuadras de distancia del lugar al que vamos a asistir.
- De vez en cuando dejar el ascensor y subir por la escalera.













